El Madrid se fija en Núñez: motivos y condiciones para el regreso del hijo pródigo

Las renovaciones son el tema por excelencia este curso en la parroquia blanca, pero si varios van a salir, y van a salir, sea por retirada o falta de acuerdo, alguien tendrá que llegar. Tras el rumor del supuesto interés del Madrid en Jaime Pradilla, parece que con escaso fundamento, surge un nombre bastante más lógico y por tanto creíble, el de Juan Núñez, que publicó el domingo J. Maestro en Encestando. Una opción supeditada a salidas en la plantilla y al draft. Vamos a desgranarlo…

A propósito de la NBA, leo a muchos sobre Núñez repetir el despectivo y ya clásico “no tiene nivel». Y no, señores, es que la NBA no funciona así. Sacudámonos de una vez el complejo de Mr Marshall. A efectos del draft, el nivel presente de los jugadores sencillamente no importa, su valor reside en el potencial. El techo. Las franquicias en el draft no quieren a las estrellas de la Euroliga sino a los lechones del baloncesto europeo. Y cuanto más lechones mejor, 19 años a poder ser, la edad mínima, libres de los vicios FIBA.

La mayoría de proyecciones para el próximo draft (26 junio) sitúan a Núñez en primera ronda. En vagón de cola (puestos del 20 al 30), pero en primera ronda, que ya implica contrato garantizado. En concreto, y según las escalas salariales de los rookies, un puesto al final de la primera ronda significa unos siete millones en tres temporadas, brutos en fiscalidad USA. Cifra sensiblemente por encima de la que gana un base reserva Euroliga.

Podemos debatir sobre las perspectivas deportivas de JN en la NBA, donde la figura del base director ha caído en desuso. De si tendría minutos, de su tiro y su físico, de si acabaría en la liga de desarrollo, etc. Pero económicamente no hay debate: si Núñez sale elegido en 1ª ronda del draft es un win-win. Y el dinero es una motivación tan digna como cualquier otra, aunque nos guste dar lecciones desde el sofá de casa. Núñez tendría mucho que ganar y casi nada que perder probando suerte en USA. Su peor escenario sería volver a Europa con 22-23 años, 7M bajo el brazo y quizá hasta pensión asegurada.

¿Y cómo de probable es que Núñez se presente al draft? Pues es una pregunta clave en este punto, y de entrada pensaría que bastante probable. Si recordáis, su marcha del Madrid en 2022 tuvo mucho que ver con su deseo de dejarse la puerta entreabierta a probar suerte en la NBA en un futuro. Acababa contrato y el club le ofreció renovar con un salario competitivo, pero también con una cláusula elevada, como es política de la casa. Y el jugador dio un volantazo, asesorado por un nuevo agente, y puso rumbo a Ulm, en busca de minutos Eurocup para crecer y una cláusula bajita que no condicionase movimientos posteriores. Decisiones que nos hablan ya de un interés de partida en intentarlo en EEUU. A eso, sumémosle que ya se pudo presentar al draft el año pasado, que cumplía la edad mínima, pero se guardó la bala, suponemos que para ir con más garantías en 2024.

¿Y el Madrid?

El RM entra en escena si Núñez pospone presentarse al draft, si desiste de la idea o si se presenta y cae a la segunda ronda, que quedan todavía cuatro meses y los puestos medios-bajos oscilan bastante. Dado el caso de seguir en Europa, el paso lógico parece el salto a la Euroliga, que la Eurocup se le empieza a quedar pequeña. Y el Madrid ahí tendría una posición bastante favorable, si es que de verdad tiene interés en su fichaje.

A Núñez le queda todavía otro año de contrato en Alemania pero la cláusula, como hemos dicho, es asequible. Además, el club conserva el derecho de tanteo en ACB, el mercado donde Núñez tiene mayor valor por su condición de cupo nacional. El RM retendría al jugador igualando cualquier propuesta y se antoja difícil que el Valencia (al parecer también interesado) pueda presentar una oferta fuera del alcance blanco.

¿Y dónde y cómo encaja JN en el Madrid? Pues en el contexto de la pérdida de cupos nacionales de rotación este verano. Rudy apunta claramente a retirada y la renovación de Mario se antoja difícil. Además, tampoco se descarta la retirada de Chacho, que acaba contrato en junio con 38 años. Esta última es la posible salida que más influye en la operación Núñez, puesto que su rol lógico sería el de Chacho, base reserva. Por detrás de Campazzo, un base titular con galones del que aprender y que le libere de presión en su (re)debut Euroliga. Como alternativa, Núñez podría regresar a Madrid como tercer base y el club mandar cedido a Alocén, pero dudo que a ninguno de los dos les interese ese escenario, y sin su luz verde no se hace.

JN encaja en el plan blanco también desde un punto de vista económico, en el contexto de los equilibrismos que se están haciendo para encajar las renovaciones en la masa salarial disponible. Sería un fichaje de coste moderado, tanto por cláusula como por salario, tanto en comparación con Chacho (al que sustituiría) como, sobre todo, en comparación con otras alternativas de mercado con nivel reserva en contender Euroliga.

Deportivamente, si la operación se concretase, que aún le queda, habría que tener paciencia con el jugador, asumir a corto plazo una cierta pérdida de nivel respecto a Chacho, y verlo como una inversión a medio plazo. «Te quiero, no tanto por lo que eres sino por lo que puedes llegar a ser». Núñez es hoy bastante mejor jugador que cuando se marchó del club. Ha evolucionado en sus dos temporadas en Alemania y dejó destellos muy interesantes con España el pasado verano. Promedia 10 puntos, 6 asistencias y 15 de valoración en Eurocup. Aún así, paciencia, Roma no se construyó en un día. JN tiene 20 años y a esa edad eres irremediablemente un pipiolo en Euroliga.

Al margen de que sea cupo, asequible y canterano, hay un motivo por el que cuadra la operación, y es que tácticamente Núñez encaja como un guante. Los sistemas del Madrid y la configuración de plantilla piden a gritos un perfil de base de mucho talento generador, capacidad de habilitar a otros en estático, en particular a los pívots en situaciones de 2×2. A Núñez le queda pulir bastante el físico y el tiro, pero tiene ese talento, dibuja pases donde la mayoría ve solo un bosque de brazos. El tipo de talento que no se entrena, por eso escasea y está tan cotizado. Y ese mejor reclutarlo cuanto antes, en este caso repatriarlo.

La operación Hernangómez vista desde Madrid

Willy Hernangomez está cerca de poner rumbo a Barcelona. Ha aceptado una oferta del club azulgrana que el Madrid, con derecho de tanteo, no tendría intención de igualar, según fuentes fiables. La operación no está cerrada, para empezar porque el RM tiene 5 días desde hoy, que se ha presentado formalmente la oferta ante la ACB, para cambiar de idea e igualarla. Sea para quedarse al jugador (tendría que convencerle primero), para bloquear su fichaje por el FCB o para intentar sacar alguna tajada por el tanteo, aunque solo sea por salvar la cara.

Ese es el estado de la cuestión a esta hora, según me siento a escribir. La afición del Madrid, a tenor del sentir general en Twitter y grupos de Whatsapp, se divide entre la incredulidad y la indignación. Al fin y al cabo, Willy es un canterano madrileño y diría que apreciado por la parroquia, por su activismo blanco en redes sociales y sus frecuentes visitas a Goya para animar al equipo. Sin ir más lejos, en el quinto partido de la serie contra Partizán. Por eso, inconscientemente, se daba por sentado que si regresaba a Europa lo haría al Madrid.

Pero la vida da muchas vueltas. Willy. recientemente cortado por los Pelicans, ha dicho basta, de repente se le ha agotado la paciencia para seguir intentando engancharse a la NBA. Existe un hándicap evidente, y es que el puesto de pívot (el suyo) es de largo el mejor cubierto en el roster del Madrid, asumiendo la continuidad de Tavares. Y un tercer factor, de índole personal, es que Willy sale desde el año pasado con una chica catalana, jugadora de pádel para más señas. Creo que a veces subestimamos el peso de factores personales en las decisiones de carrera de los jugadores…

No voy a negar que picaría ver a un buen canterano del club, cupo nacional y en edad prime, liderar el proyecto del rival directo. Vértigo de estar ante un error estratégico. Reconozco que me sorprende que, tras tanto apurar su estancia en la NBA, estirando el chicle muchos veranos hasta casi lo absurdo, Willy elija Barcelona para su regreso. Ya no por los colores o la rivalidad, sino por el historial reciente de conflictos con los jugadores mejor pagados, a los que empieza difiriendo pagos y acaba sacudiéndose a las bravas en cuanto la cosa se tuerce. Pregunten a Calathes, Mirotic, ¿Higgins?. El Barca cuenta con Vesely y Nnaji en ese puesto, no tiene mucha lógica romper el cerdito en otro pívot, pero un populista como Laporta no va a escatimar ante la oportunidad de un golpe de efecto, de un fichaje picante, aunque para ello tenga que desdecirse del recorte presupuestario en la sección.

La reacción del Madrid

¿Acertaría el Madrid no igualando la oferta? insisto en que doy más o menos por sentada la continuidad de Tavares, por mucho que su agente esté tensando la cuerda con filtraciones asustaviejas para sacar hasta el último céntimo del club en las negociaciones para una ampliación. Tiene otro año de contrato garantizado y el dique de contención de una cláusula monstruosa (6M). Siendo Edy el mejor jugador de la Euroliga, máxime tras las marchas de Micic y Vezenkov, cualquier pívot que pueda venir sería necesariamente reserva. Así que la cuestión está en si Willy mejoraría a Poirier. De entrada no veo una gran diferencia: ambos con potencial top 5 en su puesto en Euroliga, misma edad y perfil más ofensivo que defensivo. Poirier más atlético y definidor en 2×2, Willy más fino y capaz en 1×1, con la ventaja de ser cupo nacional (JFL), que a medio plazo puede no ser un asunto menor.

La temporada de Poirier ha estado condicionada por las lesiones, pero igualmente parece un poco aburguesado-estancado en su rol de suplente de Tavares, que entiendo que no es sencillo. Pero no deja de ser el reserva mejor pagado de la plantilla y debería liderar la segunda unidad, un ventilador de boxscore contra los reservas rivales en los pocos o muchos minutos de que disponga. Un desempeño que le hemos visto solo a cuentagotas. Bien, pues la única opción sensata de que el Madrid pudiese fichar a Willy, desde un punto de vista de equilibrio tanto salarial como de plantilla, sería poner a Poirier en mercado. «Oye, Vicente, nos dijiste hace dos meses que estabas un poco descontento y querías más protagonismo. Bien, pues donde dijimos digo decimos Diego, y si quieres marcharte a Múnich con Pablo tienes la puerta abierta».

Sería la opción, pero ni yo me la acabo de creer, no del Madrid, con una gerencia tradicionalmente tan conservadora en el cumplimiento de los contratos. Diré más. Mi sensación es que la tormenta Hernagómez ha pillado completamente a contrapié al Madrid, que planeó un verano plácido tras el título Euroliga: cuatro salidas y el único fichaje de Facu. Un verano de ligera rebaja presupuestaria aprovechando la del Barca, y es que si tu rival directo reduce inversión es mas o menos común que tú la bajes también, porque consideras que con menos puedes competir igual. Florentino debió ver una oportunidad para reducir el déficit de la sección.

Pero la bajada de presupuesto del Barca ha resultado ser de nuevo una falsa bandera, un juego de contabilidad para cumplir con el Fair Play financiero en fútbol. Aquello de esconder la bolita y mover los cubiletes. Teniendo en cuenta una indemnización a Mirotic de entre 12 y 18 millones y los fichajes encaminados, es imposible cumplir con la anunciada reducción de 20-30% de presupuesto. ¿Reaccionará el Madrid? Por Willy lo dudo, y puedo llegar a entenderlo, aunque pique. Pero como Juancho regrese a Europa y el RM ni siquiera puje por él, con 27 años y el espacio abierto en el puesto de alapívot tras las salidas de Randolph y Cornelie, sería como para una profunda autocrítica en el club.

El Madrid y Campazzo, condenados a entenderse

Tenemos al equipo como un tren de mercancías, señores, y sin «base top», sin Campazzo, para más señas. Si en algún momento hubo alguna duda, ya no la veo: el argentino iba a necesitar al Madrid mucho más que viceversa, y ese momento ha llegado. Más adelante me referiré a Facu, pero lo primero es lo primero.

Los blancos suman seis victorias seguidas en Euroliga, la última este viernes en pista del líder y con autoridad (+14), con momentos de baloncesto de bastantes quilates (22 asistencias). La orquesta de Chus Mateo suena más afinada cada semana. Y tampoco nos quitemos importancia, que Fenerbahce arrastraba bajas… como también las arrastra el Madrid, e importantes: Hanga, Yabusele o Rudy. Precisamente para enjuagarlas se armó una plantilla tan profunda. No creo tirarme a ninguna piscina si digo que es el equipo más en forma de la competición a día de hoy.

Brillaron en Turquía los tres referentes, Tavares, Musa y Deck, apoyados en la segunda parte por Hezonja, que aparece a pinceladas pero cuando lo hace es un mazo. Al margen de sus triples, mostró muy buena actitud en defensa y rebote (7).

Update de la telenovela

Apenas una hora antes del partido el periodista lituano Donatas Urbonas, director del portal BasketNews y una fuente a priori fiable, informaba de un supuesto acuerdo del Armani Milán con Campazzo por las tres próximas temporadas, si bien el Madrid tendría la última palabra, al disponer de derecho de tanteo en Europa. Muchos portales digitales se apresuraron a repicar la noticia como pollos sin cabeza, la carrera del clickbait, y la afición indignada por la oportunidad que se escapa… ¿Pero a qué periodista no le han metido un gol alguna vez?

Después de meses de sainete uno ha hecho callo e intuye el sello de los representantes de Campazzo en ciertas informaciones, como esta. Una estrategia de mercadillo de los jueves, de humo y filtraciones: «me lo quitan de las manos, señora». Pero por mucho ruido que hagan, incluso aunque consigan efectivamente rascar alguna oferta en Europa (llegan rumores de una hasta final de curso), el Madrid sigue teniendo la carta más alta, por el derecho de tanteo y la cláusula pendiente de pago (2.6M). No lo digo yo sino el general manager de Fenerbahce, D. Yannier, preguntado por el tema esta semana.

Abro comillas: “En verano nos interesamos por Campazzo pero prefirió seguir en la NBA. Además, tiene una cuestión contractual con el Madrid. Si vuelve a Europa y va a un equipo distinto tiene que pagar un porcentaje importante de su cláusula. Así que la ecuación de que Campazzo pueda volver a Europa y recalar en un equipo distinto al Madrid no es sencilla”.

Bien, pues solo un rato después de dar la primicia del acuerdo Facu-Armani, el mismo periodista (Urbonas) tuvo que informar, citando fuentes del club transalpino, de que no, que el Milán «está al tanto de la situación del base argentino pero NO persigue su fichaje». Un desmentido que deja un poco en calzoncillos a los agentes de Campazzo, al desactivar una de sus escasas cartas (Milán tras la lesión de Pangos) con las que presionar al Madrid en la negociación. Una negociación que algunas fuentes me dicen que ya está en marcha, aunque con posturas aún distantes por tema pasta. Sea como fuere, es una sucesión de acontecimientos a mayor gloria de JC. Sánchez Lázaro, director de la sección, que debe estar gozándola bien fuerte a estas horas. Su posición negociadora solo hace que mejorar.

Entiendo que haya no pocos aficionados impacientes, enervados por esta intriga chusca y el juego de filtraciones. ¿Qué gana el Madrid con esto?, ¿por qué arriesgarse a que se escape un activo estratégico?, se preguntan muchos. No es solo una cuestión del orgullo herido de JCS, que también, sino principalmente económica. El dinero no cae del cielo y el presupuesto es finito, aunque a veces se nos olvide. Cuanto más se invierta en Facu menos capacidad de maniobra quedará para otras operaciones también importantes, digamos renovar a Musa. Y el precio de repatriar a Campazzo no está cerrado (ni siquiera el fichaje), lo marcará en buena medida la negociación, y en esa estamos. Hablamos potencialmente de la operación financiera más exigente para la sección en los últimos años, así que un 20% arriba o abajo representa mucho dinero. Un poco de paciencia puede salir rentable.

Vuelve el culebrón Campazzo

Estamos en ese periodo en que Campazzo puede ser reclamado (bajo el mismo contrato) por otra franquicia, una vez Dallas le cortó formalmente el martes. Pasadas 48 horas será agente libre y podrá seguir recibiendo ofertas de la NBA pero, siendo realistas, con cada día que pase las opciones de prolongar su «sueño» se reducen. Ni su tipo de juego, muy distinto a lo que se estila ahora en EEUU, ni su edad juegan a su favor. Si le costó casi cuatro meses conseguir el contrato lastimoso que le firmó Dallas, por el salario mínimo y no garantizado, ¿qué opciones tiene ahora de colocarse en cuestión de días o semanas, con la competición en marcha y las plantillas mayormente cerradas?

Apesta a fin de trayecto: Facu ha estirado el chicle EEUU hasta donde ha podido pero la trama no da para mucho más, el último capítulo ya ha sido bastante forzado, como se ha acabado demostrando. La pensión NBA ya la tiene garantizada, si es que esa era su motivación, que tampoco lo tengo claro.

¿Destino Europa? Leo cierta alarma en la parroquia blanca sobre la posibilidad de que acabe en Fenerbahce o Milán en vez de Madrid si regresa a Europa. No es imposible, pero tampoco probable. Pensemos un poco antes de zamparnos cada bulo promovido por los agentes para tensar unas eventuales negociaciones…

> Fenerbahce va líder destacado de la Euroliga (balance 9-1), con lo que su necesidad deportiva es bastante discutible. Además, en términos de equilibrios salariales de plantilla, ya tiene un base titularísimo, Calathes, al que firmó este verano uno de los 10 sueldos más altos de Europa, en el rango de los $2M netos. ¿Quién se cree que en este contexto van a hacer un esfuerzo económico mastodóntico por un jugador en el mismo puesto que el griego y difícilmente compatibles en pista (yoyo)?

> Olimpia Milán también rompió el cerdito en verano por un base, le firmó a Pangos un salario similar, de casi dos millonacos netos anuales. Sí, se ha lesionado, está por ver la gravedad, pero el salario no lo deja de cobrar. Además, el club transalpino acaba de fichar a Luwawu-Cabarrot (alero internacional francés), también cortado de la NBA, que no cobra precisamente en pizzas Buitoni. ¿Acaso pensáis que Messina guarda una fábrica de imprimir billetes en el garaje?

Eso, y que tampoco es que el Madrid ande cojo de dinero, aunque solamos ver la paja en corral ajeno antes que la viga en el propio. Más bien dispone del presupuesto más alto de Europa alalimón con el Barca. Que sí, que cunde menos de lo que parece por la longitud de plantilla y la presión fiscal, pero recordemos que en el primer año de un extranjero en España (también si ha estado antes, llámese Facu, Kalinic o Satoransky) aplica el tipo reducido del 24%.

Luego está el contexto, el modus operandi del Madrid de basket de al menos una década a esta parte, que hace pereza de pagar rescisiones y cláusulas pero no escatima ni en renovaciones ni en oportunidades estratégicas sobrevenidas a mitad de curso, de las que requieren flexibilidad presupuestaria y pulmón financiero. Digamos Deck, Poirier, Tavares, Ayón, etc. Por no hablar de que este verano la sección se cuidó de no hipotecarse por ningún base para dejar margen por si Facu se ponía a tiro. Es una cuestión de equilibrios salariales: ningún director del Madrid cobra más de un millón neto (la mitad que Pangos o Calathes), y tanto Goss como Chacho terminan contrato en verano, en el caso del canario por ser opcional el segundo año que firmó.

A eso habría que sumarle la montaña de dinero que Campazzo debe todavía al club de su cláusula de salida (cuyos términos de reembolso no conocemos en detalle, todo sea dicho) y el derecho de tanteo que al parecer se guardó el Madrid, que le permite quedarse al jugador si iguala cualquier oferta que reciba en Europa.

De todas formas, el dinero no lo es todo. Facu ha demostrado que no es la prioridad en su carrera, al menos por ahora. Visto en perspectiva, su paso por la NBA está siendo / ha sido ruinoso en términos de lucro cesante. A lo que habría que sumarle el aspecto familiar: Campazzo en Madrid habla el idioma y conoce la ciudad, que no es un tema baladí cuando te mudas con esposa e hija pequeña. Conoce el club, a media docena de jugadores (íntimo de Causeur) y al entrenador, Chus Mateo, que fue el asistente durante toda su etapa de blanco

El único motivo que se me ocurre para que el base argentino regatease Madrid si vuelve a Europa sería que la relación con el director de la sección (JCS) sea aún peor de lo que suponemos y esté rota sin remedio. Pero, vamos, que tampoco es que tengan que irse de cañas por La Latina, dado el caso, siempre podría llevar la negociación Herreros o incluso que Florentino enviase al Señor Lobo (JAS) para la ocasión. En peores plazas hemos toreado. Recordemos que Deck casi lleva al club a los tribunales por su inscripción en el tanteo y ahí le tenéis, organizando asados en Aravaca.

Fin al culebrón Campazzo: que le vaya bonito

A Dios gracias. Fin al culebrón Campazzo, quizá el más agotador de los últimos años en relación al Madrid de basket, aguantando meses de humo, filtraciones y rencillas, con giros de guión a cada cual más chusco. Se queda en la NBA, subido al último tren y para apenas jugar, pero se queda, que es lo que quería. Tras 104 días en el paro y las calabazas de 29 franquicias, que a toditas debieron llamar sus agentes dando la turra, firma en Dallas como último jugador del roster (nº15), por un año y el salario mínimo, que viene a ser como un 30% menos de lo que ofrecía el Madrid y menos de la mitad que la presunta oferta de Fenerbahce. Salvo lesión de un compañero de puesto, Facu va a chupar tanto banquillo como en Denver, sino más, y lo sabe. Pero le da igual, seguir es «su sueño», pues duro con ello. Que le vaya bonito, la sección espera el cheque por la letra anual de su cláusula, remítase a la av. de las Fuerzas Armadas, 402, Valdebebas.

Uno, como aficionado blanco, quiere lo mejor para el equipo, los mayores talentos posibles sobre el parquet, y Campazzo es uno de ellos. Pero los aficionados tenemos también algo de espíritu y orgullo propio, y a estas alturas de la película casi prefería que no viniera, lo escribí hace dos semanas. Todos entendemos que los jugadores ansíen probarse en la mejor liga y que si les funciona echen raíces, es ley de vida.

Pero no es el caso del Facu, cuya continuidad en la NBA responde más a la insistencia que a haber cuajado deportivamente. Han sido tres meses poco menos que mendigando de franquicia en franquicia hasta arañar un contrato lastimoso por acoso y derribo. Semejante enrocamiento deja la sensación de que la consigna, casi tanto como seguir en la NBA, era evitar volver a Madrid. Porque luego están las formas. Y no, ni la supuesta relación tirante con el director de la sección (JCS) ni que el Madrid juegue en la segunda divisiónl, Euroliga, justifica ciertos desplantes públicos más o menos sibilinos que ha sufrido el club de Facu y sobre todo de sus representantes este verano.

De aquellos polvos…

Sabéis que desde esta tribuna he sido muy crítico con Juan Carlos Sánchez respecto a la salida de Laso, pero en lo referido a la fuga en su día de Campazzo lo justo es cerrar filas. Hagamos memoria: verano-otoño 2020, Facu dice que se quiere ir a la NBA, pero que ni tiene el dinero de la cláusula, ni sabe cuándo se iría (por el decalaje de fechas de mercado USA-Europa) y que, de hecho, tampoco tiene total seguridad de irse. La configuración de plantilla del Madrid ese año quedó completamente condicionada al capricho e incertidumbre de Campazzo: el club no pudo fichar sustituto en verano (cuando aún había género en mercado) dada la ingente cantidad de masa salarial inmovilizada en el puesto de base que suponía Facu.

Así que JCS, como estrategia defensiva, remitió al jugador al pago íntegro y por adelantado de su cláusula, como estaba en su derecho. El Madrid como institución y el papel firmado por delante de los deseos cambiantes de cualquier empleado. Al final intervino Florentino, más acostumbrado a los caprichos de los futbolistas, y alcanzó con Facu un «pacto de caballeros» para desatascar la situación. Un pacto que, sinceramente y visto con cierta de perspectiva de tiempo, ha resultado más ventajoso para el argentino que para la sección.

¿Hasta cuándo nos durará Musa?

Las fugas a la NBA de los últimos años han dejado un poso de pesimismo preventivo en la afición blanca, mejor no ilusionarse mucho si un jugador joven sale bueno. Se da por sentado que se lo llevarán allende el mar, y empiezo a escuchar ese murmullo con Dzanan Musa, sensación del equipo en el arranque de curso. Y mira, no, relajemos un poco el esfínter, cada caso tiene sus matices y encontramos ejemplos en ambos sentidos. El más cercano Yabusele, que llegó a Madrid con 25 años y contrato por una sola temporada, con vistas a regresar a EEUU, y ahí le tenéis, asentado en la capital y renovado hasta 2025.

Se me ocurren varios factores que condicionan la probabilidad de fuga de un jugador a la NBA.

1.- Cuando ya ha estado previamente en EEUU y se ha vuelto con el rabo entre las piernas se le pasa el gusanillo de probarse y de probarlo. Hay otros factores para volver, principalmente el económico (pregunten a Chacho), pero ya menos probables. Por suerte, la práctica totalidad de la columna vertebral del roster blanco está de vuelta de la NBA: Deck, Poirier, Tavares, Hezona, Yabusele y el propio Musa. Esto cuenta el bosnio de su tiempo allí: “No jugué en mi posición, mi rol era tipo 3&D, estar quieto en la esquina y defender, y ese no es mi juego. Tenía que adaptarme y no lo hice, no me gusta culpar a los demás de mis fracasos”. Parece tener claro que su juego requiere del balón en sus manos en ataque, un rol que las franquicias reservan a la estrella o dos estrellas de cada equipo, no a un europeo de segundas nupcias que ya pasó por la liga sin pena ni gloria. Un eventual regreso a la NBA sería picando piedra en un rol secundario de 3&D y salario acorde.

2.- Hay un factor cultural: el jugador europeo tiene por definición mucha menos presión social por jugar en la NBA que por ejemplo el argentino o de otro país random, puesto que en Europa hay competiciones locales y supranacionales de mayor nivel y presupuestos. No deja de ser la segunda división mundial y quedarse no se percibe como un fracaso.

3.- Hay también una cuestión de edad. Musa terminará esta temporada con 24 años: puede parecernos un pipiolo, y lo es, pero no necesariamente a ojos de las franquicias americanas. A esas no les gusta la sopita recalentá, no buscan jugadores FIBA más o menos consagrados sino prospects bien tiernitos, elegirlos en el draft en cuanto cumplen la edad mínima (19) y terminar de formarlos allí. Si hace falta, a caballo entre la NBA y la G-League (miren Garuba). ¿Cuántos jugadores europeos ‘consagrados’ en sus ventitantos conocéis que se hayan ido recientemente a la NBA? Este verano solo se me ocurre Fontecchio (26) a Utah, la excepción que confirma la regla.

4.- Incluyo un último punto un poco más subjetivo, relacionado con la trayectoria y el carácter. Los jugadores a la edad de Musa suelen tener la cabeza llena de pájaros, pero a él ya le ha tocado comer bastante mierda en su carrera (Brooklyn + Efes). Sabe lo que cuesta llegar arriba y lo valora, lo repite cada vez que tiene un micro delante. Por eso cuesta imaginarle subiéndose al primer tren NBA que pase por delante, en plan Campazzo. En la entrevista que le hizo Alex Madrid en Eurohoops se muestra humilde pero sin falsa modestia, confiado pero sin arrogancia. Maduro, vaya. Ah, y un detalle. El periodista le pidió varias fotos para ilustrar la entrevista, una de ellas la típica en el centro de la pista de entrenamiento, sobre el escudo del club. Musa solo aceptó si se ponía detrás, a costa de complicar el plano, pero en ningún caso pisar el escudo. Sea por respeto o por superstición, es el tipo de detalles que uno aprecia como aficionado, que aunque seamos de la «segunda división» tenemos también nuestro corazoncito.