
Tenemos al equipo como un tren de mercancías, señores, y sin «base top», sin Campazzo, para más señas. Si en algún momento hubo alguna duda, ya no la veo: el argentino iba a necesitar al Madrid mucho más que viceversa, y ese momento ha llegado. Más adelante me referiré a Facu, pero lo primero es lo primero.
Los blancos suman seis victorias seguidas en Euroliga, la última este viernes en pista del líder y con autoridad (+14), con momentos de baloncesto de bastantes quilates (22 asistencias). La orquesta de Chus Mateo suena más afinada cada semana. Y tampoco nos quitemos importancia, que Fenerbahce arrastraba bajas… como también las arrastra el Madrid, e importantes: Hanga, Yabusele o Rudy. Precisamente para enjuagarlas se armó una plantilla tan profunda. No creo tirarme a ninguna piscina si digo que es el equipo más en forma de la competición a día de hoy.
Brillaron en Turquía los tres referentes, Tavares, Musa y Deck, apoyados en la segunda parte por Hezonja, que aparece a pinceladas pero cuando lo hace es un mazo. Al margen de sus triples, mostró muy buena actitud en defensa y rebote (7).
Update de la telenovela
Apenas una hora antes del partido el periodista lituano Donatas Urbonas, director del portal BasketNews y una fuente a priori fiable, informaba de un supuesto acuerdo del Armani Milán con Campazzo por las tres próximas temporadas, si bien el Madrid tendría la última palabra, al disponer de derecho de tanteo en Europa. Muchos portales digitales se apresuraron a repicar la noticia como pollos sin cabeza, la carrera del clickbait, y la afición indignada por la oportunidad que se escapa… ¿Pero a qué periodista no le han metido un gol alguna vez?
Después de meses de sainete uno ha hecho callo e intuye el sello de los representantes de Campazzo en ciertas informaciones, como esta. Una estrategia de mercadillo de los jueves, de humo y filtraciones: «me lo quitan de las manos, señora». Pero por mucho ruido que hagan, incluso aunque consigan efectivamente rascar alguna oferta en Europa (llegan rumores de una hasta final de curso), el Madrid sigue teniendo la carta más alta, por el derecho de tanteo y la cláusula pendiente de pago (2.6M). No lo digo yo sino el general manager de Fenerbahce, D. Yannier, preguntado por el tema esta semana.
Abro comillas: “En verano nos interesamos por Campazzo pero prefirió seguir en la NBA. Además, tiene una cuestión contractual con el Madrid. Si vuelve a Europa y va a un equipo distinto tiene que pagar un porcentaje importante de su cláusula. Así que la ecuación de que Campazzo pueda volver a Europa y recalar en un equipo distinto al Madrid no es sencilla”.
Bien, pues solo un rato después de dar la primicia del acuerdo Facu-Armani, el mismo periodista (Urbonas) tuvo que informar, citando fuentes del club transalpino, de que no, que el Milán «está al tanto de la situación del base argentino pero NO persigue su fichaje». Un desmentido que deja un poco en calzoncillos a los agentes de Campazzo, al desactivar una de sus escasas cartas (Milán tras la lesión de Pangos) con las que presionar al Madrid en la negociación. Una negociación que algunas fuentes me dicen que ya está en marcha, aunque con posturas aún distantes por tema pasta. Sea como fuere, es una sucesión de acontecimientos a mayor gloria de JC. Sánchez Lázaro, director de la sección, que debe estar gozándola bien fuerte a estas horas. Su posición negociadora solo hace que mejorar.
Entiendo que haya no pocos aficionados impacientes, enervados por esta intriga chusca y el juego de filtraciones. ¿Qué gana el Madrid con esto?, ¿por qué arriesgarse a que se escape un activo estratégico?, se preguntan muchos. No es solo una cuestión del orgullo herido de JCS, que también, sino principalmente económica. El dinero no cae del cielo y el presupuesto es finito, aunque a veces se nos olvide. Cuanto más se invierta en Facu menos capacidad de maniobra quedará para otras operaciones también importantes, digamos renovar a Musa. Y el precio de repatriar a Campazzo no está cerrado (ni siquiera el fichaje), lo marcará en buena medida la negociación, y en esa estamos. Hablamos potencialmente de la operación financiera más exigente para la sección en los últimos años, así que un 20% arriba o abajo representa mucho dinero. Un poco de paciencia puede salir rentable.
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