Bajan las aguas tranquilas en el blog desde que la plantilla del Madrid parece cerrada, con Nocioni, Maciulis y Rivers ya oficiales, y a falta sólo de que el representante de Campazzo le consiga un pasaporte comunitario/cotonou fraudulento y pueda ser anunciado. Admito que me produce cierta repugnancia el mercadeo de pasaportes exprés, pero tampoco fue el Madrid el que tiró la primera piedra (pregunten a los niños del Congo por CJ…). Campazzo, por cierto, está rindiendo a buen nivel con Argentina en los partidos de preparación para el Mundial. 5, 17, 4 y 9 puntos, respectivamente, partiendo desde la banca, porque el titular es Prigioni. Por precio y proyección, empiezo a pensar que Facundo no ha sido mal fichaje. En todo caso, el puesto de tercer base no me parece demasiado relevante, pues con Chacho y Llull por delante le corresponden pocos minutos. En el capítulo salidas, todavía no se ha encontrado destino para enviar cedido a Dani Díez. Algún lumbreras le firmó un salario por encima de los 300k anuales, que lógicamente ningún club de clase media-baja de la ACB (su destino natural) quiere asumir. Mayormente porque a día de hoy, tal y como está el mercado, no los vale. Con lo cual, o se le deja como 13º jugador de la plantilla, para rotaciones (contraproducente quizá para su evolución), o el Madrid tendrá que asumir parte de su sueldo para enviarle cedido a otro equipo (situación ridícula dadas las apreturas presupuestarias).
No quiero pasar sin comentar los resultados de la encuesta en el blog sobre la plantilla blanca 2014/15. El 52% opina que hemos empeorado respecto al curso pasado, el 27%, que «lo comido por lo servido» y sólo el 21 cree que hemos mejorado. Y es que el madridista de basket no es tonto, se ha vuelto a reducir presupuesto y estos fichajes son en general baratos (efectos de la enésima reducción presupuestaria), para salir del paso, la alternativa cómoda. Luego pueden salir buenos, no niego que son jugadores experimentados y con carácter. Pero resulta significativo que por ninguno hayamos tenido que pujar con los grandes de Europa. El motivo no es que paguemos más que nadie o que nos adelantemos cerrando su incorporación en mayo, sino tan sencillo y sangrante como que ningún grande de Europa los quería.
