Hoja de ruta para revitalizar la asistencia al Palacio

Este verano Sergio Rodríguez se aupó a la dirección del Madrid de basket. Aunque oficialmente se le presentó como director deportivo, de facto es ya el máximo responsable de la sección, con Juan C. Sánchez (del que nunca se comunicó su marcha) relegado a un retiro en la Fundación. Por cierto, y pese a algún episodio oscuro, honor para JCS por sus 15 años de servicio, los resultados deportivos son atronadores. Lo cual no quita que hiciese falta una renovación, aire fresco para modernizar la sección, sobre todo en aspectos no deportivos, que son a los que dedicaré este artículo, en concreto a uno…

El problema en cifras

No debe haber asunto más acuciante para la nueva dirección que las gradas semivacías en Goya jornada sí jornada también. La media de asistencia al pabellón este curso es de 6.270 espectadores en ACB (ocupación del 48%) y de 8.150 en Euroliga (62%), las peores cifras desde la mudanza a Goya en 2014, indignas para un club con la masa social y el nivel deportivo del Madrid. Lo peor es que ni siquiera pilla por sorpresa porque llueve sobre mojado, la tendencia menguante viene de hace unos años, diría que desde el regreso tras la pandemia. Si comparamos las cifras de asistencia de este curso con las del pasado vemos que ha bajado un 28% en ACB y un 9.5% en Euroliga.

¿Causas? Se suele asumir que los resultados del equipo, el juego o la ilusión por las nuevas caras marcan la asistencia al pabellón, pero se trata de una ecuación más compleja, con la saturación de calendario, la logística o el precio como factores de peso.

Imagen: @RealMarcosCF

Empiezo por la saturación de calendario, con unos 42 encuentros como local este curso. Un factor ajeno al club, con el cambio de formato y ampliación de la Euroliga como causa principal. Por comparar, el Madrid de fútbol juega un máximo de 11 partidos de Champions al año en el Bernabéu, por 24 de Euroliga la sección de basket, es decir, más del doble.

Es imposible para el aficionado mantener la misma tensión e interés todo el curso, y así llegan las pellas y las calvas. Desde mi experiencia personal, como abonado y padre de familia, las semanas de dos partidos en Goya se hace casi imposible cuadrar la logística para ir a ambos. Y pensad que este curso hay varias semanas con tres…

Sistema de cesión del abono

Vale, pues cedo mi abono. ¿Pero cómo? Facilitarlo sí depende del club, y así llegamos a un punto clave, la ausencia de un sistema online de cesión de abonos. Que tampoco hablo de tecnología cuántica, de hecho, lleva años implantado en otros clubes así como en la sección de fútbol (=socios). Si no puedes ir, le envías tu entrada a un familiar/amigo, o se la vendes al club a cambio de un descuento en el abono del año siguiente. Ahora mismo, en basket, la única forma de ceder el abono para un partido suelto y evitar un asiento vacío es como en el siglo pasado, como cuando no había internet, smartphones, ni códigos QR. El mismo abonado que no puede ir porque está ocupado tiene que quedar en persona con el beneficiario para entregarle la tarjeta y de nuevo después para recogerla.

La buena nueva es que parece que se está trabajando en un sistema desde hace meses y podría estar saliendo del horno. Me han escrito por privado algunos aficionados, particularmente socios abonados (=fútbol+baloncesto), informando de que para ellos ya está disponible. No es mi caso ni el de la media docena de compañeros de mi cuadrilla, así que debemos estar todavía en fase beta, de pruebas. Además, asumo que el club, una vez la app esté disponible para todos los abonados, informará de la iniciativa vía email y la promocionará en las pantallas del propio pabellón, como hace con la recién inaugurada tienda de merchandising en el acceso por Felipe II.

Captura de pantalla del área personal en la web de un socio abonado de baloncesto

Ese sistema de cesión de abonos no resolverá por sí solo el problema de la asistencia al pabellón, pero ayudará. No veo descabellado calcular una repercusión a medio plazo de entre 500 y 1.000 espectadores extra por encuentro, partiendo de que la cifra actual de abonados se mueva entre los 4.500 y 6.000. Pensad que hay muchos abonados que por X o por Y apenas acuden al pabellón durante el curso pero que lo renuevan religiosamente cada septiembre porque sino luego es imposible recuperarlo.

Nuevos abonos

Y eso me lleva al siguiente punto, el de los nuevos abonos, asunto muy comentado y criticado por la parroquia en Twitter. Si no me fallan las cuentas, el club lleva 13 años sin sacar a la venta nuevos abonos de baloncesto, y no lo hace por una cuestión meramente económica: los asientos dedicados a entradas sueltas de partido son más rentables. Pongo mi caso por ejemplo: pago 413€ por mi abono, que es gama media en el pabellón, fila baja de una de las curvas. Si lo dividimos entre los mencionados 42 partidos al año como local, sale una media de 9.8€ por velada.

Las entradas de partido en esa misma zona cuestan como 40€, teniendo en cuenta que los de ACB son más baratos y los de Euroliga más caros. Si multiplicamos esos 40€ por 42 partidos salen 1.680€, frente a los 413€ que pago de abono. La diferencia es abismal. Habrá lógicamente días que la entrada de ese asiento no se venda, pero con que se ocupe uno de cada tres partidos ya sería un 36% más rentable que el asiento dedicado a abono (aunque ahí habría que descontar algo de gastos de gestión).

Resumiendo, la política consiste en que cada vez que un abonado se da baja o fallece (que de todo hay) su asiento se bloquea y se destina a la venta de entradas. No estoy en contra de que el club intente maximizar ingresos en una sección deficitaria, pero sí estiras demasiado el chicle te queda un pabellón desangelado, lo que tiene también un coste reputacional.

Por cierto, que un factor poco comentado de esta política de ticketing es que ha conducido a un importante envejecimiento del público en las gradas, con lo que implica de pérdida de ambiente y falta de recambio generacional. Ni rastro de niños o adolescentes y del entusiasmo que traen. La edad media de los abonados es bastante alta, la cifraría en torno a 40-45 años, sino más, unas edades además complicadas, en las que se compagina trabajo con familia y la disponibilidad de tiempo para ocio es limitada. Yo me aboné hace un cuarto de siglo, tenía 17 años y me costó cuatro duros, eso ahora es impensable. Disponer de un abono se ha convertido casi en un derecho feudal.

Conozco casos de familias (plural) de Madrid que han intentado llevar a sus hijos a Goya para despertarles la afición blanca, pero entre el precio de las entradas y la imposibilidad de abonarse han acabado cambiando de acera, yendo al Estu, que juega en el mismo pabellón, es mucho más barato y sí tiene abonos disponibles. “Es esto o nada”, me dicen. Luego piensas que el Madrid tiene 7.000 asientos vacíos de media los domingos de ACB y se te cae el alma a los pies…

Hablemos de soluciones

La receta conservadora, además del mencionado sistema de cesión de abonos, que debe estar al caer, pasa por ajustar los precios de las entradas a la demanda. Hay que abandonar esa mentalidad de ‘Bernabéu atracción para guiris’, con turistas que pagan lo que sea porque es una experiencia once in a lifetime. El basket juega otra liga, no atrae turistas.

No propongo bajar los precios desde una perspectiva de populismo bienqueda, de café para todos, sino desde la pura lógica empresarial. Si hay gente de clase media que quiere ir y no puede porque se le sale de presupuesto, pero a la vez tienes miles de asientos vacíos cada partido, es evidente que los precios no están bien calculados. De primero de Adam Smith: el precio correcto es aquel donde oferta y demanda se encuentran, y ahora no estamos ahí.

Luego se puede reducir el precio de muchas maneras, no tiene que ser necesariamente la brocha gorda de rebaja generalizada del mismo X% para todas las entradas de todos los partidos. Si en ACB el problema de asistencia es mayor, la rebaja de precios en ACB tendrá que ser mayor.

También puedes, por ejemplo, crear packs de entradas con descuento para partidos con menos demanda, segunda vuelta ACB o un bono de X partidos de fase regular, reservando tu asiento con 72h de antelación para que el club no saque la entrada a la venta. También puedes hacer promociones para favorecer un tipo de público, particularmente para bajar la edad media en el pabellón, que debería ser una prioridad estratégica. Descuentos para familias completas o para menores de 25, y ya puestos, les das un cupón de descuento si se quieren comprar una camiseta, por dar color a las gradas, que tampoco sobra.

Esta es una tormenta de ideas desde una tribuna humilde y amateur, seguro que vosotros tenéis otras, os leo en comentarios. Al final, se trata de aprovechar el impulso del cambio de directiva para revertir algunos defectos en el funcionamiento de la sección que se arrastran desde hace años.

Bruno en la picota

Me llegan rumores por distintas vías de que Bruno Fernando puede salir del Madrid en próximas fechas, tal vez destino Grecia o Turquía, idealmente a algún equipo que le ofrezca un salario similar para abaratar la indemnización. Redondeando cifras, Bruno cobra alrededor del millón neto anual, del que restarían unos 750k hasta final de curso. Pienso sin ir más lejos que podría interesarle a Efes, con sus dos pívots lesionados de larga duración, Poirier y Papagiannis.

Insisto en que todavía es solo una opción que baraja el club, pero quizá sea mejor así, que salga Bruno, porque veo difícil que remonte el vuelo en estas circunstancias, sin la confianza del entrenador desde antes incluso de empezar la temporada. Una situación que tampoco coge por sorpresa a quienes prestasen atención a los comentarios de Scariolo sobre Bruno en las retransmisiones de Movistar. Sutiles pero inequívocos.

Hagamos un poco de memoria, que no arqueología. Bruno brilló en la final ACB a las órdenes de Chus Mateo, con 15 de valoración media. No hablo del Cretácico sino de hace cuatro meses. Bruno fue campeón y quinteto ideal del Afrobasket en verano, y arrancó con buenas sensaciones la pretemporada en el Madrid (a las órdenes de Luis Guil), 14 puntos al Alba y 15 de valoración contra Zaragoza. Vamos, que manco no es, aunque a algunos ahora se lo parezca. Tampoco digo que sea Olajuwon, eh, pero sí un activo aprovechable de banquillo y con margen de mejora si se le da confianza y un contexto adecuado. Recordemos que el Madrid le fichó en febrero en competencia directa con nada menos que Panathinaikos y Fenerbahce.

Y es que no está el mercado Euroliga de pívots no extracomunitarios como para despachar a la ligera a jugadores bajo contrato. Por poner en contexto, Olympiakos tuvo que soltar casi un millón de transfer a Baskonia en verano por un Donta Hall de la vida (pasaporte azerí).

Fundido a negro

Después de ese buen arranque de pretemporada, Bruno sufrió un fundido a negro que aún le dura y que coincidió con el regreso de Scariolo tras el Eurobasket. El técnico italiano, según me explican, dijo al club desde su llegada que no quería a Fernando, por eso se tantearon opciones como Daniel Theiss o Kabengele. Lo cual, visto desde fuera, no encajaba demasiado, ya con tres pívots en plantilla: Edy, Bruno y Usman. Ahora lo entendemos mejor.

El inicio de curso de Fernando está siendo lógicamente muy discreto, en lo que creo que concurren varios factores. El primero, su propio desacierto individual, un cúmulo de errores que se hacen bola: que si una pérdida por aquí, que si un despiste defensivo por allá… Y luego que la sombra del banquillazo está mucho más presente esta temporada (= ansiedad), por la mencionada falta de confianza del técnico y el aumento de competencia en el puesto. Los fichajes de Okeke y Lyles en el cuatro han movido a Garuba full time al cinco, y Scariolo sabemos que tiene mucha confianza en el de Azuqueca como center defensivo, así brilló en el oro de España en el Eurobasket de 2022.

Por otro lado, Bruno parece bastante perdido en los nuevos sistemas, aunque no es el único. Comparad por ejemplo el rendimiento de Facu y Feliz hasta ahora con el de final de curso. Tras un mes de temporada yo mismo no tengo demasiado claro a qué se quiere jugar, a qué género pertenece esta película. La única tendencia que sí se percibe es que los fichajes están rindiendo a bastante buen nivel respecto a las expectativas (incluidos aquellos de los que se esperaba menos, como Kramer y Almansa), mientras que ninguno de los jugadores que ya estaba ha mejorado su desempeño del año pasado. Los heredados.

Desde luego tampoco Bruno, que se ha convertido en blanco recurrente de la ira de la afición, el primero al que se dirigen las miradas cuando se pierde o se juega mal. Que no está fino, claro, pero a la vez: ¿qué cuota de responsabilidad en que el equipo no termine de carburar puede tener un jugador de 10 minutos por partido sobre un total de 200 del equipo? Diría que poca. Yo le daría tiempo, que solo van tres semanas de competición. Creo que tiene baloncesto de sobra para ser útil, pero si realmente el técnico no le quiere entonces mejor cortar cuanto antes.

Y si sale Bruno, aún por ver, ¿se apostará por Almansa como 3º pívot o se saldrá al mercado? Justo estos días vemos los últimos descartes de las franquicias NBA antes del inicio de temporada. Hay oportunidades de mercado pero el overbooking de extracomunitarios supone un enorme factor limitante que reduce la maniobrabilidad del Madrid (de lo contrario ya habría llegado un exterior). También os digo que, dado el caso de que saliese Bruno y la gerencia le buscase sustituto, tengo toda la confianza en Pocius tras los aciertos con Lyles y Okeke.

La Supercopa baja el suflé

Decepcionante la Supercopa del Madrid, que baja un poco el suflé en los albores del nuevo proyecto. Y eso que este curso sí se ha hecho una pretemporada de verdad, larga y con muchos efectivos. Pero la competición real no espera y el equipo blanco está todavía en pañales, a varios niveles. Una derrota que aterriza a una opinión pública embriagada de novedad e instalada en cierto optimismo mágico. Quizá sea mejor así.

El Madrid ya fue peor que el Tenerife en la semifinal, pese a ganar, y contra Valencia fue tanto el cántaro a la fuente que se acabó rompiendo. Y eso que los taronja llegaban con bajas sensibles y abrieron la puerta con los fallos desde el tiro libre (12).

Los blancos acusaron, entre otros factores, la escasa aportación de los fichajes, que no dejan de ser la llave para un salto de calidad. Pesó tanto el desacierto de unos (digamos Kramer-Procida), como la lesión de Maledon (llamado a ser clave en la generación desde bote) y las rotaciones obligadas por el overbooking de extracomunitarios (=tener que descartar a Okeke en la final).

De todos modos, tampoco me acuesto particularmente preocupado, el margen de mejora es enorme, una plantilla con mimbres para competirlo todo, incluido en Europa. Lo pensaba anteayer, lo pienso hoy y lo pensaré el mes que viene. No caigamos en el calentón de repartir a la ligera carnets de nivel Real Madrid sí o no. La paciencia como ingrediente.

Síntomas familiares

Ahora bien, Scariolo y su nutrido cuerpo técnico tienen una montaña de trabajo por delante en las próximas semanas para involucrar a todos, definir roles/status y engrasar sistemas. La derrota contra Breogán en pretemporada dejó algunas pistas y la Supercopa las viene a confirmar: no estamos aún, y va a llevar un tiempo. Buen momento para redimensionar expectativas de corto plazo, quien esperase un salto inmediato al hiperespacio con el nuevo proyecto, que los había, mejor que espere sentado.

En realidad, los síntomas del Madrid por ahora nos resultan sospechosamente familiares: más pérdidas que asistencias, Tavares obcecado con el arbitraje, excesivo protagonismo de Llull a su edad y Hezonja abusando de triples fuera de sistema (3 de 12 en la final). Llama la atención Bruno, que acabó bien la temporada pasada y regresó aún mejor del Afrobasket, campeón y Quinteto Ideal. Apuntaba a stepup este curso, pero entre la recta final de pretemporada y la Supercopa parece haber retrocedido a sus primeras semanas de blanco, nervioso y errático, superado por Garuba en la rotación como primer reserva de Tavares. Sospecho que no es el favorito del técnico y además, como definidor, es quien más acusa la baja de Maledon como habilitador de la segunda unidad.

El apunte positivo que se lleva el Madrid de Málaga es el nivel de Gaby Deck a su regreso tras nueve meses KO. Había dudas razonables, empezando por el que escribe, pero fue el más valorado el fin de semana (34) y más importante que los números fue verle sin miedo cargando el rebote y atacando el aro. Su juego, vaya, que no vimos el curso pasado. El argentino es por ahora el mejor ‘fichaje’ de este Madrid, y quizá del que menos esperábamos. Nos está bien empleado.

Como resumen, la Supercopa sirve como cura de humildad para los que hicieron de menos cada éxito de Chus Mateo, alegando que el triplete nacional era el mínimo exigible. No, oiga, cada título tiene su mérito, incluida la pasada ACB, de la que solo han transcurrido tres meses y en la que el Madrid barrió en la final al mismo Valencia con el que no pudo ayer.

Sobre los equipos israelíes y la Euroliga 2025/26

Este no es un artículo de opinión política, quien espere sentencias categóricas y un masaje a sus prejuicios se ha equivocado de ventanilla. De esos encontrará más que de sobra en otros atriles a ambos lado del río. Este busca ser un análisis práctico de un asunto de actualidad: la participación de los equipos israelíes (Maccabi y Hapoel) en la Euroliga 2025/26 después de lo vivido en La Vuelta ciclista.

Un punto que conviene aclarar de partida y me parece importante para entender la situación es que la Euroliga no es una federación supranacional democrática, es decir, con representantes con derecho a voto de todos los países del continente y cuyo único interés (al menos en teoría) es la promoción del susodicho deporte. La Euroliga es una empresa privada, por tanto con ánimo de lucro, llamada ECA, con sede en Luxemburgo, y cuya propiedad se dividen la compañía IMG y los 11 clubes con licencia A (tres de ellos españoles). Ellos ponen las normas en su casa y no deben más explicaciones que las que ellos mismos quieran dar. Por eso pueden tomar sin que les tiemble el pulso medidas de espaldas al aficionado como llevarse la F4 a Abu Dhabi o colar a un equipo de Dubai en la competición. Puede gustarnos más o menos, pero son lentejas. Pues con Israel lo mismo.

Las dos pasadas temporadas, que la situación en Gaza era más o menos similar, la Junta de clubes propietarios (el órgano de decisión de la Euroliga) no consideró necesario apartar a los equipos israelíes de la competición, así que me cuesta imaginar que lo vaya a hacer ahora, porque en uno de los doce países con clubes participantes el tema esté ahora en el centro del debate público a colación de lo ocurrido en La Vuelta.

¿Agravio comparativo?

Estos días se habla a menudo, empezando por el pte. del Gobierno, del posible agravio comparativo con Rusia. Si hacemos memoria, la Junta de clubes propietarios votó en 2022 a favor de la expulsión de los equipos rusos, una decisión en la que no solo pesaron aspectos políticos sino también aspectos burocráticos básicos, que no aplican por ahora en el caso de Israel. Como la prohibición de vuelo a los aviones rusos en el espacio aéreo europeo y el cese de emisión de visados a ciudadanos rusos (acceso al país). Restricciones tomadas desde la Comisión Europea y que, sin hacerla imposible, sí complicaban la logística de la continuidad de los clubes rusos en la competición.

Por otro lado, la Euroliga es una organización pequeña en el ecosistema del deporte mundial y por definición con poca iniciativa en la toma de decisiones de calado y significación política. En ese sentido, en el caso de Rusia le allanaron el terreno otras organizaciones deportivas supranacionales como la FIBA o el COI, que previamente habían apartado ya a los equipos rusos. Ese no es por ahora el caso con Israel.

No entro a valorar si me parece bien o mal, eso os lo dejo a cada uno, simplemente observo que desde el punto de vista de la Euroliga el contexto en el que tomar la decisión es bastante distinto entre el caso de Rusia en 2022 y el de Israel actual.

Seguridad y organización

Otra duda, viendo el precedente de La Vuelta, es en qué medida está garantizada la celebración de los partidos de equipos israelíes en suelo español. Creo que en lo referido a seguridad la comparación con el ciclismo no se sostiene. Una etapa son 150 kilómetros lineales por calles y carreteras de acceso libre y gratuito, es literalmente imposible cubrir todo el trayecto con policía.

En cambio, un partido de baloncesto se compite en pabellones cerrados, con cuatro o cinco únicas puertas (controles de acceso), y la entrada es de pago, no particularmente barata, lo que actúa como elemento disuasorio. Además, siempre se puede disputar el encuentro a puerta cerrada, como el Valencia-Hapoel del pasado abril.

El principal reto de seguridad me parece el momento de acceso del equipo israelí de turno al pabellón y el compromiso de las autoridades responsables del despliegue policial, discutible en la etapa final de La Vuelta. De todos modos, y dado el caso, la Euroliga cuenta con un botón nuclear de seguridad que ya utilizó el año pasado, y es cambiar un partido de sede y moverlo a otro país más tranquilo. Ejemplo el Fenerbahce-Maccabi que se disputó en Kaunas. Ahora bien, como botón nuclear que es no se puede utilizar a menudo, porque en ese caso hablaríamos ya de un claro perjuicio a los clubes propietarios y al desarrollo de la competición, y quizá entonces sí valorarían otro tipo de medidas.

Plantilla cerrada: así queda el Madrid 25/26 con el fichaje de Trey Lyle

Plantilla cerrada. Con la incorporación de Trey Lyles, todavía solo oficiosa, el Madrid cierra el roster para la temporada 2025-26, que tendrá 15 jugadores y chorrocientos asistentes arropando a Scariolo.

Encaje táctico al margen, del que hablaré después, desde ya os digo que el fichaje de Lyles me gusta bastante, jugador de 29 años y amplia trayectoria NBA. A saber: 10 temporadas con más de 5.000 puntos y 750 triples anotados. No era un mero figurante, vaya, titular en 131 partidos. Nada que ver con la media de los huevos kinder que han llegado a Europa este verano, jugadores de veintipocos con potencial por pulir y mínima experiencia profesional fuera de la G-league.

Un recordatorio de que el timing es seguramente el factor clave para fichar en el mercado de descartes NBA. En septiembre-octubre encuentras oportunidades de un calibre con el que en julio ni sueñas. Pero, claro, a ver qué director deportivo es el guapo que empieza la pretemporada con la plantilla sin cerrar, con un pellizco de dinero inmovilizado y sin garantías de que este u otro jugador de la NBA que te gusta venga finalmente.

¿Cómo juega Lyles?

Me recuerda un poco a nuestro anterior Trey, un alapívot relativamente alto (206-208cms, según dónde mires), tirando a culopollo, no demasiado atlético pero con clase, buena mano e IQ. Luego saldrá como salga, pero por potencial es a priori el cuatro de nivel, con puntos y que puede abrir el campo que pedía a gritos la plantilla desde la marcha de Yabusele hace 13 meses. Firma por una sola temporada y un salario importante, de titular, al nivel de Facu o Hezonja (alrededor de 1.8M netos).

Por cierto, el contrato de Lyles tiene cláusula de escape a la NBA, un pequeño factor de incertidumbre que suele inquietar a la parroquia blanca. Pero es que en basket el Madrid es segunda división y este tipo de cláusulas hay que verlas como gajes del oficio, igual que los jugadores de equipos ACB de clase media-baja se dejan cláusulas asequibles de salida a Euroliga en sus contratos. Y en todo caso, si llega una oferta y el jugador se quiere ir sabemos por experiencia que el papel firmado vale poco. Mirad en su día Campazzo, Deck o el mencionado Yabu, con elevadas cláusulas anti-NBA y que igual se piraron a destiempo.

La idea del club era cerrar la plantilla con un exterior anotador, de hecho se pujó fuerte por Lonnie Walker y gustaba mucho Landry Shamett, me dicen que el favorito de Chacho. Así que la llegada de Lyles es un cambio de planes en la configuración de plantilla, un cambio que achaco a dos factores.

1.- Aprovechar la oportunidad de mercado. Al fin y al cabo, jugadores de la categoría de Lyles no se ponen a tiro todos los días. Pájaro en mano: como insistas en un combo corres el riesgo de verte en octubre fichando un plan D / zumbón random.

2.- La dificultad para cerrar un exterior de primer nivel, además de un probable sobreprecio por puja abierta, dado que Olympiakos, Fenerbahce y Baskonia también buscan un generador desde bote para cerrar sus plantillas. Pensad que L. Walker ha firmado cerca de 3M netos en Tel Aviv…

El roster del Madrid quedaría tal que así, con varios jugadores pudiendo alternar puestos.

Campazzo/Feliz/LLull
Maledon/Abalde/Kramer
Hezonja/Deck/Procida
Lyles/Okeke/Almansa
Tavares/Garuba/Fernando

Con el fichaje de Lyle tenemos el dibujo completo y creo que ahora sí podemos afirmar que la plantilla gana potencial respecto al curso pasado. No es un salto al hiperespacio, pero se mejora. También os confieso que me surgen algunas dudas respecto al encaje táctico de algunas piezas.

1.- Se sobrentiende que Hezonja pasará a jugar la mayoría de sus minutos como alero. Un puesto que él mismo prefiere y una variante que me gusta, porque se moverá más cerca del aro, donde genera ventajas por superioridad física, y lanza menos de tres, donde se ha mostrado muy irregular (31% en Euroliga este curso lanzando mucho, demasiado). De todos modos, en ACB sí jugará minutos de alapívot, por necesidad, pues habrá que descartar a un extracomunitario por convocatoria salvo que se cumpla la profecía de Pilar Casado y Deck obtenga pasaporte español, para el que cumple los requisitos hace unos 200 años.

2.- Overbooking de aleros nativos. Al mencionado Hezonja habría que sumarle Deck, Procida, Abalde y Kramer. Pueden ocupar otros puestos, pero su demarcación natural es la de alero. O sea, cinco efectivos para un puesto, un poco camarote de los Hermanos Marx. Por cierto, me parece que los fichajes dejan entrever poca confianza desde el club en que Deck recupere su mejor versión…

3.- Kramer y Abalde tendrán que jugar muchos minutos en el puesto de dos, lo que dejará un único generador desde bote en muchas configuraciones de quinteto y delegará bastante responsabilidad en el trío Facu, Feliz y Maledon. Como se lesione alguno volveremos a depender de Llull, ya con 38 añacos. Por aquí veo un flanco débil potencial.

4.- Se refuerza el tiro exterior. Sin ser exponencial, la plantilla sí que mejora sobre el papel su potencial desde la línea de tres con los cambios de Lyle-Kramer por Ndiaye-XRM. También se gana un poco en profundidad de roster y centímetros totales.

5.- Con la llegada de Lyles veo muy poquitos minutos disponibles para Izan Almansa salvo lesiones en el puesto. Siempre se le pueden encontrar espacios de juego en ACB, en trámites dominicales, pero no descartaría que el club valore cederle a lo largo del curso. De hecho me parecería el escenario más razonable y productivo para todas las partes. No es ningún desprecio al jugador, pero es que Roma no se construyó en un día.

Florentino reabre el grifo al basket

Uno de los primeros aspectos que llama la atención del Madrid 2025/26 es el incremento de la inversión en plantilla y cuerpo técnico, en contraste con la contención de los dos últimos años. La presidencia ha reabierto el grifo del dinero para tratar, sin demasiado disimulo, de hormonar el desembarco de los Sergios y allanar su camino al éxito para justificar la apuesta.

Tampoco podemos decir que la política de contención del gasto fuese dramática, pero sí que el Madrid se estaba quedando un poco rezagado respecto a rivales directos en Europa. Se notó principalmente en la salida de Poirier, que estaba deseando seguir pero no alcanzaba el dinero, y en la marcha sin cubrir de Yabusele, pese al dineral que dejó en caja entre cláusula (a plazos) y salario liberado.

Independientemente del motivo, me parece estupendo que se invierta en la sección, denota un interés y ambición que se echaron de menos el pasado curso. Una inyección económica que debe ayudar a reducir la brecha con los griegos y a hacer frente a la inflación de mercado generada por la ampliación de equipos en la Euroliga, a la que me referí en el anterior artículo.

Masa salarial

Si nos fijamos en la plantilla y bajamos al detalle, uno de los principales gastos extra para esta temporada viene de sustituir a dos canteranos que cobraban poco menos que en bocatas, como Hugo y Ndiaye (echadle 400k netos entre ambos), por dos salarios de primer equipo de rango medio. Okeke y Procida deben estar como en 1.2-1.4M netos de salario entre ambos, más del triple que Hugo+Eli. Aquí el Madrid es víctima del contexto: el éxodo a la NCAA hace casi imposible mantener la tradición de completar la plantilla con jóvenes canteranos JFL ,que ayudaban a abaratar el fondo de armario y a cuadrar cupos en convocatorias ACB.

Maledon es el fichaje clave del verano, el que más marcará el techo del equipo. Ha firmado un salario un poco por debajo de mercado (más o menos 1.2M netos/año) gracias a negociarse con gran antelación, a la predisposición del jugador y a aceptar el club una cláusula de salida asequible a la NBA el próximo verano. Desde aproximadamente Navidad estaba atado, por cierto, gran gestión de los ahora denostados Herreros y JCS. El salario del combo galo estará en el mismo barrio que el de Musa, al que sustituye en status y rol, que no en puesto, y que tampoco era un dispendio, al tratarse del +1 del contrato original que firmó allá por 2022.

Kramer y Bruno Fernando cobrarán más o menos lo mismo que Rathan-Mayes e Ibaka a los que sustituyen. Porque sí, pese al timing, considero a Bruno el sustituto de Ibaka, el reserva de Tavares con permiso de Garuba. El Madrid simplemente aprovechó a mitad de curso lo que consideró una oportunidad de mercado para anticiparse y cubrir una salida cantada. Pese a las dudas iniciales veo a Bruno como un jugador de potencial, del que espero un step up importante en su segundo curso, primero completo. Visto en el contexto de mercado de pívots, no hubiese tenido ningún sentido que el Madrid se desprendiese del angoleño este verano. Pensemos, por ejemplo, que Olympiakos ha apoquinado 500k de traspaso por Donta Hall, al que pagará 1.2M netos.

Quedarían por contabilizar los salarios de Izan Almansa y del jugador que pueda venir para completar la plantilla, teóricamente un escolta descarte de la NBA. Ellos no sustituyen a nadie, así que sus salarios irán íntegros a incrementar la diferencia de masa salarial de este curso respecto al pasado. Almansa suponemos que habrá firmado poco dinero, quizá sueldo ascendente partiendo de unos ¿250k netos?, y el otro puede oscilar mucho según la ambición con la que fiche el club. Si de veras se pujó por Micic y Lonnie Walker es que van a calzón quitado, aunque apuesto más por un huevo Kinder premium.

Cuerpo técnico

En todo caso, la partida presupuestaria de la sección que proporcionalmente más aumenta respecto al curso pasado es la del cuerpo técnico, que sube tanto en número de efectivos (más salarios) como en precio-caché de estos. Por ejemplo, no te traes de asistente a un Luis Guil, ya con bastantes galones, por lo mismo que ganaba Paco Redondo (dicho sea desde el máximo respeto y agradecimiento). Si le sumamos que Scariolo cobrará seguro más que Chus y que hay que pagarle a Chus la indemnización por despido, puesto que tenía otro año de contrato garantizado, hablamos de que fácil se duplica la inversión en cuerpo técnico. Echadle 1.5-2M de coste empresa adicional, que no es moco de pavo. Ya puede jugar bien el equipo…