Nunca le escuché en la radio y su última etapa, en el fútbol, no me interesó especialmente. Distaba de ser un narrador técnicamente perfecto: equivocaba a menudo a los jugadores, su pronunciación no era precisamente exquisita y se repetía más de la cuenta. ¿Y a quién le importa?
El sentido lúdico del deporte
Son generalidad los periodistas del gremio que sobredimiensionan la trascendencia del deporte, como un asunto de Estado. Andrés Montes, en cambio, fue de los pocos que entendió su verdadero sentido lúdico. No era fácil vender un producto como la NBA en España a mediados de los 90. Una competición en un país lejano, sin españoles, con partidos de 3 horas de duración en horario de madrugada.
La rigurosidad, la imparcialidad y la pertinencia son atributos periodísticos exigibles a una crónica parlamentaria o a un informe económico. En una narración deportiva de madrugada son un lastre. Sus detractores nunca lo entendieron.
El tocata, el bocata de tortilla y el seiscientos
Las retransmisiones de NBA se convirtieron en un punto de encuentro en las noches. Lo interminables tiempos muertos y los minutos de la basura daban para debatir de comida, música, mujeres, cine o crónica en rosa. Era, en cierto modo, un club privado del que sólo los realmente asiduos, los que entendían las retransmisiones como algo más que baloncesto, se podían sentir parte. Te sentabas delante de la pantalla como el que se toma una cerveza con un amigo después de un mal día. No importaba el partido.
Mi amigo Domingo lo resume así: «Un Chelsea-Liverpool lo veo porque me gusta el fútbol. Un Detroit-Atlanta a las 2 de la madrugada sólo si lo narra Montes».
Uno guardaba la esperanza de ver algún día el retorno del dúo Montes-Daimiel. Con el primero en paro y el segundo perdido por los pasillos del moribundo Sogecable, el reencuentro se antojaba razonable.
NBA aparte, con Andrés Montes descubrí mucha música (de lo que, por cierto, él sabía bastante más que de baloncesto). Una vez le escribí un email pidiéndole una canción para algún videoclip de final de partido. La puso. No se me ocurre una manera mejor de recordarle…
![]() | The Band – 05 Caravan | ![]() |
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Gran comentario 'figura'… Sin Montes yo no sería aficionado a la NBA. Y me temo que no sería el único. Recuerdo ahora nuestra conversación del otro día sobre el atractivo de la liga norteamericana y el poco peso de la ACB en la prensa española. Ambos coincidimos en que si acudimos a una cancha callejera cualquiera, cogemos a un par de 'jugones' de 16-18 años y les preguntamos por el cinco titular de Dallas y el de Gran Canaria (por poner dos ejemplos), habría muchas más posibilidades de que conocieran el de los Mavericks… ¿Qué porcentaje de 'culpa' puede tener gente como Montes o Daimiel? En mi opinión, mucha… Por eso, desde aquí, mi homenaje al 'crack' Montes, gracias por tantas noches felices…
Qué tal Victor??Cómo ya te dije sigo habitualmente el blog y tengo que darte la enhorabuena, es cojonudo tío.
Cuando me enteré este fin de semana de la trágica noticia del fallecimiento de Andrés Montes tenía ganas de leer tu comentario y de acompañarlo con uno mío.
El fenómeno Montes-NBA se encontraba en pleno auge cuando Victor y yo éramos muy buenos amigos, que tiempos aquellos verdad?? Por aquel entonces el baloncesto era un deporte mucho más minoritario de lo que es hoy en día.
Sobre la base, el proyecto que debieron presentarle a Montes no parece que fuera demasiado atractivo: en un canal de pago, un horario intempestivo, un campeonato semidesconocido para la mayoría… Las condiciones no eran las más adecuadas, pero el tipo lo tenía claro: el producto tenía posibilidades, sólo había que saber venderlo, y amén que lo consiguió… Forjó un estilo, una imagen, una manera distinta de encarar una retransmisión deportiva, en definitiva creó una marca con sello propio, y logró un programa de culto que todavía hoy muchos recordamos.
No soy ningún especialista en baloncesto y mucho menos en NBA, pero TODO lo mucho ó lo poco que me pueda llegar a gustar este deporte es gracias a Andrés Montes.
Gracias por todo «jugón».
DEP