Bruno en la picota

Me llegan rumores por distintas vías de que Bruno Fernando puede salir del Madrid en próximas fechas, tal vez destino Grecia o Turquía, idealmente a algún equipo que le ofrezca un salario similar para abaratar la indemnización. Redondeando cifras, Bruno cobra alrededor del millón neto anual, del que restarían unos 750k hasta final de curso. Pienso sin ir más lejos que podría interesarle a Efes, con sus dos pívots lesionados de larga duración, Poirier y Papagiannis.

Insisto en que todavía es solo una opción que baraja el club, pero quizá sea mejor así, que salga Bruno, porque veo difícil que remonte el vuelo en estas circunstancias, sin la confianza del entrenador desde antes incluso de empezar la temporada. Una situación que tampoco coge por sorpresa a quienes prestasen atención a los comentarios de Scariolo sobre Bruno en las retransmisiones de Movistar. Sutiles pero inequívocos.

Hagamos un poco de memoria, que no arqueología. Bruno brilló en la final ACB a las órdenes de Chus Mateo, con 15 de valoración media. No hablo del Cretácico sino de hace cuatro meses. Bruno fue campeón y quinteto ideal del Afrobasket en verano, y arrancó con buenas sensaciones la pretemporada en el Madrid (a las órdenes de Luis Guil), 14 puntos al Alba y 15 de valoración contra Zaragoza. Vamos, que manco no es, aunque a algunos ahora se lo parezca. Tampoco digo que sea Olajuwon, eh, pero sí un activo aprovechable de banquillo y con margen de mejora si se le da confianza y un contexto adecuado. Recordemos que el Madrid le fichó en febrero en competencia directa con nada menos que Panathinaikos y Fenerbahce.

Y es que no está el mercado Euroliga de pívots no extracomunitarios como para despachar a la ligera a jugadores bajo contrato. Por poner en contexto, Olympiakos tuvo que soltar casi un millón de transfer a Baskonia en verano por un Donta Hall de la vida (pasaporte azerí).

Fundido a negro

Después de ese buen arranque de pretemporada, Bruno sufrió un fundido a negro que aún le dura y que coincidió con el regreso de Scariolo tras el Eurobasket. El técnico italiano, según me explican, dijo al club desde su llegada que no quería a Fernando, por eso se tantearon opciones como Daniel Theiss o Kabengele. Lo cual, visto desde fuera, no encajaba demasiado, ya con tres pívots en plantilla: Edy, Bruno y Usman. Ahora lo entendemos mejor.

El inicio de curso de Fernando está siendo lógicamente muy discreto, en lo que creo que concurren varios factores. El primero, su propio desacierto individual, un cúmulo de errores que se hacen bola: que si una pérdida por aquí, que si un despiste defensivo por allá… Y luego que la sombra del banquillazo está mucho más presente esta temporada (= ansiedad), por la mencionada falta de confianza del técnico y el aumento de competencia en el puesto. Los fichajes de Okeke y Lyles en el cuatro han movido a Garuba full time al cinco, y Scariolo sabemos que tiene mucha confianza en el de Azuqueca como center defensivo, así brilló en el oro de España en el Eurobasket de 2022.

Por otro lado, Bruno parece bastante perdido en los nuevos sistemas, aunque no es el único. Comparad por ejemplo el rendimiento de Facu y Feliz hasta ahora con el de final de curso. Tras un mes de temporada yo mismo no tengo demasiado claro a qué se quiere jugar, a qué género pertenece esta película. La única tendencia que sí se percibe es que los fichajes están rindiendo a bastante buen nivel respecto a las expectativas (incluidos aquellos de los que se esperaba menos, como Kramer y Almansa), mientras que ninguno de los jugadores que ya estaba ha mejorado su desempeño del año pasado. Los heredados.

Desde luego tampoco Bruno, que se ha convertido en blanco recurrente de la ira de la afición, el primero al que se dirigen las miradas cuando se pierde o se juega mal. Que no está fino, claro, pero a la vez: ¿qué cuota de responsabilidad en que el equipo no termine de carburar puede tener un jugador de 10 minutos por partido sobre un total de 200 del equipo? Diría que poca. Yo le daría tiempo, que solo van tres semanas de competición. Creo que tiene baloncesto de sobra para ser útil, pero si realmente el técnico no le quiere entonces mejor cortar cuanto antes.

Y si sale Bruno, aún por ver, ¿se apostará por Almansa como 3º pívot o se saldrá al mercado? Justo estos días vemos los últimos descartes de las franquicias NBA antes del inicio de temporada. Hay oportunidades de mercado pero el overbooking de extracomunitarios supone un enorme factor limitante que reduce la maniobrabilidad del Madrid (de lo contrario ya habría llegado un exterior). También os digo que, dado el caso de que saliese Bruno y la gerencia le buscase sustituto, tengo toda la confianza en Pocius tras los aciertos con Lyles y Okeke.

El verano de los huevos Kinder

¿No os parece que los clubes Euroliga están apostando este verano por huevos Kinder de la NBA por encima de sus posibilidades? Devonte Graham, Chuma Okeke, Cole Swider, Richaun Holmes, Brandon Boston, Shake Milton, Jeff Dawtin, Hamidou Diallo… La lista continúa, y más que lo hará en las próximas semanas, empezando por el Madrid, que teóricamente peina estos días el mercado de descartes USA en busca de un exterior con el que cerrar la plantilla.

Los llamo huevos Kinder porque carecen de experiencia europea previa y por tanto su adaptación y rendimiento es una incógnita. La mayoría tiene el potencial pero también escaso bagaje competitivo reciente, entre pachangas en la G-League o minutos de la basura NBA. El de más currículum de la lista es Devonte Graham, pero lleva más de 16 meses sin jugar un partido de baloncesto, que suponemos que por algo será.

Pues los huevos Kinder se han convertido en moda este verano en la Euroliga. Tyrese Rice habla de un cambio de paradigma. Uno particularmente llamativo en equipos de primer nivel, contenders, que solían evitar (sobre todo en verano) el riesgo por adaptación que lleva aparejado este tipo de incorporación. Dejaban que ese riesgo inicial lo asumieran equipos menores. Al final, el dinero no solo compra nivel sino también certidumbre.

Causas varias que veo de esta tendencia…

> Descuento divisa. Los contratos con los jugadores USA se negocian en dólares netos y el euro está fuerte frente al dólar: +16% en lo que va de 2025, y en sus valores más altos en tres años y medio. En otras palabras, fichar en USA tiene ahora descuento.

> Aciertos recientes. El más llamativo es Kendrick Nunn, seguramente el mejor jugador de la competición a día de hoy. Pero también pienso, entre otros, en los fichajes de bajo coste de Metu y Jabari por el Barca, o la llegada Carlik Jones a Partizán.

> Aumento de la demanda. La ampliación de la Euroliga a 20 clubes ha incrementado la competencia. Hemos cambiado al Alba Berlín, equipo netamente formador/vendedor, por el Hapoel, el Dubai y el Valencia, equipos compradores, nuevos actores en el mercado con medio roster por hacer y dinero fresco. Más competencia que, para sorpresa de nadie, se ha traducido en inflación. El talento con experiencia en Europa se ha encarecido, los Micic, Musa, Darius Thompson, Elijah Bryant, Petrusev, Kabengele, Oturu, Kam Taylor, Avramovic, Chris Jones, etc.

Si os fijáis en la lista, todos salvo Micic han salido del tradicional caladero de referencia de los equipos Euroliga en verano, a saber: la Eurocup-BCL, las ligas nacionales europeas y otros equipos Euroliga de menos presupuesto. Así que esa veta está ya explotada y para encontrar talento a precio justo toca abrir el rango de búsqueda. Cruzar el charco.

El Madrid es un claro ejemplo. Tiene cubiertos los grandes salarios de la plantilla con Tavares, Campazzo y Hezonja, en menor medida Deck y Maledon, y con la masa salarial restante no da para pujar por los grandes nombres del mercado europeo. Así que apuesta por opciones más ‘exóticas’ procedentes de la NBA, donde el dinero cunde más, aunque también asumes más riesgo. Porque, no nos engañemos, Okeke es un melón por abrir, una moneda al aire. Ya sabéis, Cornelie en Youtube parecía el prototipo de cuatro moderno…

Pros y contras de pescar en USA

Cláusulas de salida. El mercado de descartes NBA tiene recorrido pero también su propia idiosincrasia, no siempre fácil de metabolizar para las orgullosas aficiones y directivas de los contenders europeos. Por ejemplo, para estos jugadores la Euroliga es siempre un plan B, un segundo plato, el mal menor. Eso implica que los mejores te van a exigir una arquitectura de cláusulas de salida más compleja y flexible.

La paja y el trigo. El ecosistema NBA es amplio si le sumamos la G-League, y las diferencias de nivel entre jugadores lógicamente también. Distinguir entre la paja y el trigo está dando lugar a una nueva profesiòn en los clubes Euroliga, la de scouter especializado en mercado USA. Al final, si la mitad de tus fichajes van a ser melones por abrir necesitas al menos un catador de melones. Así se explica la llegada a la dirección técnica del Madrid de Pocius, con amplia experiencia como scouter en Denver Nuggets. Mi teoría, en todo caso, es que por muchos informes y vídeos que prepares, el éxito en estos fichajes implica un enorme grado de factor humano / azar, por la adaptación deportiva a un basket diferente y personal a la vida en otro continente.

El tipo de perfiles. En los márgenes de la NBA reside mucho talento pero no está repartido de forma homogénea por posiciones. Por ejemplo, el perfil de jugador que más produce EEUU es el combo anotador / zumbón. La competencia para asentarse en la NBA desde ese perfil es enorme y necesariamente se quedan fuera jugadores muy interesantes, así que para los equipos europeos es más fácil pescar y acertar en ese nicho. Luego hay otra subcategoría muy apreciada en Europa, sobre todo en países con política de cupos en su liga nacional, y es la de los interiores con pasaporte Cotonou.

El timing. Este es casi el principal dolor de muelas para el director deportivo. Porque siempre puedes encontrar jugadores NBA sin equipo o pululando por G-League, esperando su oportunidad. Pero no todos son iguales, claro. En julio-agosto, por ejemplo, puedes pescar perfiles nicho para Euroliga, opciones interesantes, pero difícilmente jugadores de impacto inmediato o estrellas en potencia. Por pura lógica, las mejores oportunidades (o sea, los Nunn) surgen en septiembre-octubre, los últimos descartes de las franquicias justo antes de empezar el curso en USA. O directamente a mitad de temporada, jugadores cortados en un traspaso múltiple. Pero ese timing tiene mal encaje con los equipos Euroliga, que perfilan las plantillas en primavera, las cierran en julio-agosto y empiezan a competir en septiembre. Al margen de que llegar a mitad de curso complica todavía más la adaptación, pregunten a Bruno Fernando.

En resumen, cuanto más esperes, mejores oportunidades puedes conseguir. Pero, claro, hace falta sangre fría como director deportivo para condicionar la planificación de la plantilla (el trabajo por el que te juzgan) a un fichaje en octubre, a curso empezado, del que tampoco tienes garantías. Que igual cristaliza que se te cae en el último minuto porque el jugador recibe una propuesta NBA random. Te deja compuesto, sin novia y la plantilla coja. Así que lo habitual es que para cuando surgen (o no) esas oportunidades premium la mayoría de clubes tengan ya comprometida la masa salarial y solo salgan a mercado de forma reactiva, para cubrir lesiones largas de jugadores importantes.

Como conclusión, y trayendo el tema a la actualidad del Madrid, el escenario más probable me parece que el fichaje pendiente pueda retrasarse hasta septiembre. Máxime cuando, una vez con Maledon ya fichado en ese puesto, lo que pueda venir será más una guinda al pastel que una necesidad imperiosa.

Construyendo el Madrid 2025-26: informe de situación

Terminada la participación blanca en la Euroliga queda por delante casi un mes con un solo partido a la semana y poco en juego, asegurado ya el 1º puesto de la fase regular ACB. Así que es buen momento, ahora sí, para hablar de fichajes, que se anuncian en julio pero se cierran en su mayoría en estas semanas.

El Madrid tiene perfilados hace tiempo los cambios en el juego exterior para este verano. El fichaje de David Kramer está cerradísimo: tiene otro año de contrato en Tenerife pero una cláusula de salida simbólica de €50k (acorde a su salario), que el Madrid abonará al club insular. Un 3&D de rotación y salario contenido, difícil que empeore a XRM, al que sustituye, cuya aportación ha sido testimonial.

Me parece necesario aterrizar las expectativas con su fichaje, que ya leo comparaciones con Carroll y le pueden hacer más mal que bien. Entiendo que los portales clickbaiteros estén deseando publicar por fin que “El Madrid ya tiene a su nuevo Carroll”, pero no es cierto, y mejor aclararlo ahora y no fomentar desengaños. Kramer es escolta, blanco y tira bien de tres, hasta ahí el parecido. Tiene muchísimos menos puntos en las manos que Jaycee, si bien es más fiable atrás. Un jugador de una dimensión inferior, y no lo digo peyorativamente, pero es que cualquier tirador al que comparásemos con semejante leyenda saldría mal parado. Sin más.

El fichaje pivotal en el backcourt es el de Theo Maledon, llamado a ser uno de los grandes movimientos del verano en Europa, tras una formidable temporada a su regreso de EEUU. Promedios Euroliga de 17 puntos, 5 asistencias y 21 de valoración. Poca broma. Su fichaje está todo lo cerrado que puede estar a estas alturas, es decir, acuerdo total pero sin firmar negro sobre blanco, porque todavía no se puede. Siempre podría aparecer la NBA y arruinar la fiesta a última hora, una incertidumbre a la que deberíamos estar ya acostumbrados.

Maledon llegaría en sustitución de Musa, al que teóricamente no se parece demasiado. El francés es uno combo y el bosnio un dos y medio, pero ambos tienen la misma tarea principal en el campo: anotar y acompañar a Campazzo en la generación desde bote. Crear desequilibrios en ataque estático, asistir, sacar faltas, etc. El tipo de jugador al que darle el balón cuando el sistema no sale y las luces se apagan. En ese sentido, me interesan particularmente las casi 5 asistencias y 7 tiros libres lanzados de media este curso por Maledon. Eso sí, ojo a la cifra de pérdidas (2.6). Solo por aclarar, que he visto algún despistado en Twitter: puede echar una mano en el puesto de base, pero llega principalmente para compartir pista con Campazzo o Feliz.

Buscando un cuatro

Y así llegamos a la gran incógnita a día de hoy de los movimientos de plantilla del Madrid para el verano, el alapívot. Cuento con la salida de Ndiaye como escenario más probable: termina contrato y su deseo, muy respetable, parece ser probarse en otro lugar. No me estorbaría como fondo de armario, cupo nacional de perfil defensivo, pero el jugador según me dicen ha cambiado de representante y busca otro tipo de retos. Su marcha dejaría la plantilla con 3 jugadores que pueden habitar el cuatro aunque que no es su posición nativa: Hezonja, Deck y Garuba. Por eso el club busca un alapívot con puntos que abra el campo, pero el mercado europeo está canino de talento.

Antes de entrar en nombres quiero detenerme en un aspecto clave, y es el rendimiento de Gaby Deck. Cuarto salario más alto de la plantilla (pasará a ser el quinto con la llegada de Maledon), contrato hasta 2028 y venido a menos con tanta lesión. Es un soldado universal muy querible, pero reconozcamos que no va tan sobrado técnicamente como para mantenerse en la aristocracia Euroliga estando lejos de su plenitud física. La ambición con la que el Madrid salga al mercado en el puesto de cuatro creo que debería estar ligada al rendimiento esperado de Tortuga. Tiene ‘solo’ 30 años pero particularmente no tengo claro que volvamos a ver su mejor versión, espero equivocarme.

Si bajamos al barro de los nombres para el puesto de alapívot, el más llamativo que ha sonado es el de Nikola Mirotic. Por nivel y perfil táctico me parecía de largo la mejor opción deportiva, la única que supone un salto de calidad y ayudaría a cerrar la actual brecha con los equipos griegos. Personalmente no tendría ningún problema con su vuelta a Goya, una gran historia de regreso del hijo pródigo. Pero percibo un enorme rechazo entre muchos aficionados y, en todo caso, parece ya encaminado a Mónaco. Así que no cuento con esa vía salvo sorpresa.

Jaylen Hoard (Maccabi) termina contrato y a priori da el nivel, pero su encaje táctico es reguleras (carece de tiro exterior) y estaría cerca de renovar por Maccabi. Yabusele se ha descartado el mismo públicamente, su prioridad es seguir en la NBA y los Sixers parecen interesados en retenerle.

Chimezie Metu tenía un encaje estupendo y está libre, pero una rotura del Aquiles no es una lesión que tomarse a la ligera. Ya no es solo el cuándo regresaría, no antes de 2026, sino el cómo regresaría. El supuesto preacuerdo con el Madrid no era más que una cortina de humo de la directiva azulgrana para justificar dejar tirado a otro jugador lesionado de larga duración. Como en su día a Cory Higgins o Shane Lawal.

D. Osetkowski (Unicaja) da el perfil y termina contrato, está sano pero pendiente de sanción de la FIBA por consumo de “sustancias prohibidas”. Parece que dicha sanción es ya inminente (lleva un año esperando resolución) y, aunque no será tan larga como la de Pierria Henry, sí que se perdería unos meses, o hasta un año. Dudo que el Madrid se meta ahí hasta que no se aclare el panorama de la sanción (duración y fecha de entrada en vigor).

También está la opción Sam Decker, perfil especialista, que termina contrato en la Penya. Pero si el Madrid no apostó por él en enero no veo por qué lo haría ahora, que además ha bajado bastante su rendimiento. También termina contrato Moneke, y no quiero ni planteármelo, salvo para la supermanager. A Derrick Alston jr. y Amine Noua los veo para brillar en BCL pero me cuesta en un top Euroliga.

Casi por decantación acabamos en la opción Tristan Vukcevic, que termina contrato en la NBA y tiene buena prensa, aunque tampoco me remata. Siento que vive un poco de aquel partido en el Palau hace 3 años y de una docena de encuentros petando boxscore en los Wizrds tanqueando. Su aspecto es ahora más maduro con la barba que se ha dejado, pero me sigue pareciendo un poco blando, recordemos que ni Laso ni Zeljko lograron domarle. Asumir que de repente es un jugador para minutos de calidad en un Madrid es una apuesta ambiciosa. Y vaya por delante que potencial tiene, a espuertas, y que encaja como un guante en las necesidades tácticas, pero a corto plazo es una apuesta de cierto riesgo. Barata y cupo nacional, pero te puede salir perfectamente rana, un Cornelie 2.0.

Por último estaría el tema del entrenador, Chus Mateo, pero en su caso no tengo ni idea de si seguirá o no, creo que ni en el propio club han tomado una decisión aún. Que la tomarán a final de junio supeditada a los playoffs ACB. Si levanta el título se queda, si el año acaba en blanco que pase el siguiente, que entiendo que saldría de entre Scariolo, Xavi Pascual o Luca Bianchi.

¿Facu y ya? Análisis del verano del Madrid

La incorporación de Campazzo, oficiosa desde hace dos meses y oficial al fin ayer, bien puede ser la única del Madrid este verano, para disgusto de aficionados y en contraste con las cuatro salidas: Hanga, Goss, Cornelie y Randolph. La aritmética es sencilla: se reduce el número de fichas del roster, lo cual de entrada veo sensato. La temporada es larga y seguro que habrá lesiones, pero una plantilla de 17 jugadores era un dispendio difícil de gestionar para el entrenador y un sumidero de masa salarial para las arcas del club.

La idea del Madrid, según periodistas fiables, es dar por cerrado el plantel con la llegada de Facu. Lo cual casa con la aparente inacción ante el esperado regreso a Europa de los Hernangómez. Willy ya es jugador del Barca, más o menos entendible por las cifras de la oferta azulgrana y por ser el puesto mejor cubierto del Madrid. Pero es que tiene casi toda la pinta de que Juancho irá detrás (salvo pretendiente NBA de última hora), una vez se desencalle en los próximos días la negociación para el finiquito de Mirotic, con quien comparte agente. Y Juancho sí tendría encaje en la plantilla del Madrid, el mismo que en la del Barca, donde también hay un solo alapívot puro (Da Silva) y dos aleros fuertes que pueden jugar de cuatro (Kalinic y Parra). En el caso del Madrid ese único alapívot puro sería Yabusele (a Ndiaye le concedo status de fondo de armario) y Deck+Hezonja como aleros que pueden habitar el cuatro.

La inacción del Madrid en mercado, con la honrosa excepción del fichaje de Facu, para el que el propio jugador puso mucho de su parte, tiene que ver también con un discreto recorte presupuestario en la sección. Hay ahorros sensibles: las cuatro salidas liberan unos 3.5-3.7M netos de masa salarial, a lo que sumarle el pico de las renovaciones a la baja de Rudy y Alocén, y sobre todo la indemnización a Laso, al que se abonó el salario íntegro, echadle 1.2-1.5M brutos, que computan en los gastos de la pasada campaña. Todo ese ahorro excede el salario de Facu más los aumentos por las extensiones a Deck y Tavares. Aún no está cerrada, pero soy optimista respecto a la del caboverdiano, asumiendo que se irá a los 2.7-3M netos anuales.

En ese sentido, por cierto, el club parece haber adoptado una estrategia negociadora de más años de contrato garantizado a cambio de un salario a corto plazo algo por debajo de mercado. Es el caso de Facu (2027), Deck (2028) y suponemos que de Edy. Los contratos largos a jugadores de cierta edad implican riesgos pero también aligeran carga salarial a corto plazo y proporcionan certidumbre en la configuración de plantilla. Si se está convencido, y Tavares+Facu+Deck son bonos suizos del Estado, no me parece mala apuesta.

Quiero pensar que el Madrid se replantearía su posición de no fichar ante una oportunidad de mercado estratégica, que encaje no solo en las necesidades presentes de la plantilla sino también en la estructura salarial (=asequible). Una oportunidad que diría que tiene nombre y apellidos, Usman Garuba, al que los Thunder (donde acaba de recalar de rebote) podrían plantearse cortar para aligerar fichas en el roster, si bien esta por ahora es solo una hipótesis. Usman encajaría como un guante: es cupo nacional, alapívot puro y sus principales virtudes coinciden exactamente con las carencias de Yabusele: defensa y rebote. Es decir, que casaría mejor que cualquiera de los Hernangómez y seguramente saldría más barato. Primero porque tiene menos cartel (no brilló tanto en el pasado Eurobasket) y segundo porque la mayoría de equipos Euroliga a estas alturas de verano ya han gastado el grueso de su presupuesto en fichajes.

Si nos referimos al juego exterior, no espero en principio ninguna incorporación, pese al ruido del supuesto interés en un escolta tirador (K. Guy, M. Thomas, Mykhailiuk, etc). Buena parte de la parroquia anda emperrada en buscar un Carroll 2.0, un anhelo que asocio a la nostalgia, perfectamente respetable. Pero, más que un tirador puro, de los de pintarle carretones, haría falta un exterior defensivo/físico que compense las carencias de Musa, escolta titular indiscutible pese a su mal final de curso. ¿Y los triples? Si los porcentajes del Madrid fueron bajos en algunos tramos de la temporada no fue porque faltasen tiradores sino por la escasa fluidez ofensiva, esa que genera espacios y tiros liberados. Veréis como esos % suben con Facu, y no porque los meta él…

Quinteto cañón, dudas del banquillo

De un primer vistazo la plantilla del Madrid tiene un quinteto tremendo, seguramente el más potente de la Euroliga, con el mejor base y el mejor pívot, así que volverá a competir con garantías por los títulos si respetan las lesiones. Un valor que quizá se esté subestimando en este clima de opinión marcado por los fichajes del rival directo y el morbo que llevan asociado.

La estrategia blanca esta summeriada parece la de abarcar menos y apretar más porque, si el quinteto es un cañón, el banquillo genera dudas, sobre todo el exterior, discreto y/o envejecido. Hay cuatro jugadores de 36 o más primaveras, con gasolina para solo 15/20 partidos de nivel élite al año, a los precedentes me remito.

Tal vez habría que plantearse por qué si el Madrid tiene nueve exteriores, ocho si contamos con que Deck y/o Mario jugarán minutos de ala-pívot, nos queda la sensación de que falta algo. Ocho jugadores dan más que de sobra para cubrir tres puestos, máxime cuando siete de ellos superan el millón bruto de salario anual. Todos salvo Alocén. Si falta algo es porque lo que hay no convence y por tanto algunos sobran, así de claro.

Sobra por ejemplo esa renovación y ampliación de contrato de Alocén (hasta 2025) si no está supeditada a una cesión este curso. Tampoco es que fuese sobrado para un Madrid antes de la lesión, lo normal a su edad, y su rendimiento tras año y medio de baja es como poco una incógnita. No entendería mantener en el roster a Alocén y malvender a Spagnolo…

Sobra seguramente Causeur, con 36 años y tras una temporada tan floja. Ni es cupo nacional ni tiene el status de leyenda de los Sergios y Rudy como para elegir fecha de retirada, algo a lo que referiré más adelante. El francés hubiese salido igual que Hanga y Goss de no tener otro año de contrato garantizado, ese que muchos no entendimos cuando se le firmó el verano pasado, que estaba con pie y medio fuera del club. El Madrid en estos casos es cautivo de su propia política de recursos humanos, de apechugar sin más, es decir, de no rescindir contratos ni buscar salidas negociadas. Causeur tendría buen mercado, igual que lo han tenido Hanga y Goss, lo que abarataría una eventual compensación. El hueco que liberaría su salida justificaría el fichaje del ansiado tirador, pero es una posibilidad que el club ni siquiera parece haber explorado.

Sobra seguramente también Abalde, si hubiese una mínima meritocracia, apocado y sin la confianza del entrenador, pero en su caso entiendo que la edad, la inversión realizada, sus aptitudes y la condición de cupo invitan a la paciencia. Ahora bien, esta temporada debería ser su última bala, o remonta el vuelo (por ejemplo asumiendo el rol vacante de Hanga) o se hunde definitivamente en el pantano de la tristeza, como Artrax.

Y por último quizá lo más políticamente incorrecto, y es que en mi humilde opinión sobra la renovación a Rudy, con 38 años, tras una campaña discreta y sus plusmarcas con la selección como prioridad manifiesta. Era un contexto perfecto para retirarse, pero «ejque los Juegos Olímpicos»… Tenemos que sacudirnos de una vez ese complejo vetusto de que la única forma de rendir tributo a las leyendas es permitiéndoles retirarse con ficha en el equipo, salario de siete dígitos y en fecha a su elección. No se quiere menos a Rudy por considerar que esta temporada seguramente le sobre, como le sobró la última (como poco) a Felipe. Entiendo que no es fácil dar un paso a un lado, que implica un cambio de vida y una reducción drástica de ingresos, pero hay más dignidad en una retirada a tiempo que en un año vestido de chándal. En definitiva, en irte cuando aún te echarán de menos antes de que te empiecen a echar de más.

Lo que implica el portazo de Lorenzo Brown

Era la opción más evidente para que el Real Madrid reforzase el puesto de base en verano. No porque lo hubiese publicado cierto portal piscinero, cuyo nombre os ahorraré, el mismo que dio la ‘primicia’ del fichaje de Shanon Evans por el Madrid en noviembre… No, Lorenzo Brown era la opción evidente por dos ingredientes.

El primero es que, a pesar de tener otro año garantizado en Tel Aviv, su contrato parece que incluía una cláusula de escape a equipos ACB en verano. Además, era un fichaje muy del estilo Juan Carlos Sánchez, con toquecito tribunero: Lorenzo fue el héroe improbable de la selección en el último Eurobasket y resulta muy vistoso al boxscore. Pero esa opción se ha cerrado de un portazo esta semana, con su ampliación de contrato por Maccabi hasta 2026. El único motivo para renovar a un jugador veterano (32) que no termina contrato la temporada en curso es certidumbre = clausulazo a cambio de más años. Una fórmula que, por cierto, conocemos bien en Goya.

Casilla de salida

Con Lorenzo fuera de la ecuación el Madrid vuelve a la casilla de salida: Campazzo o parches. La opción del argentino nos despierta una pereza infinita a estas alturas, la perspectiva de regresar a la guerra de filtraciones agente-club… Pero, si conseguimos abstraernos de esa lógica pereza, recuperar a Facu sería la opción más razonable desde un punto de vista deportivo e institucional. De lejos el mejor uno fichable en mercado Euroliga, dada la cláusula de salida testimonial (50k) que se dejó para este verano en su contrato con el Estrella Roja.

Sigue teniendo casa en la ciudad, amigos en el vestuario, habla el idioma y conoce a Chus Mateo. Además, el Madrid es un proyecto ganador, un contender claro. Estos factores ya estaban en diciembre, pensaréis, cuando eligió Estrella Roja. Si, pero este verano se sumarán dos factores financieros que tienen más peso que el derecho de tanteo perdido.

1.- Que el primer año de vuelta a España Campazzo podrá (ahora sí) acogerse al tipo tributario reducido, 24% IRPF, lo que enjuaga buena parte de la desventaja fiscal del Madrid respecto a clubes del Este.

2.- Que el RM en julio libera bastante masa salarial con la marcha de Randolph, la probable retirada de Rudy y las posibles salidas de Chacho o Goss, que terminan ambos contrato. Nada que ver con el overbooking exterior de este curso, que complicaba el fichaje-encaje de Campazzo a temporada comenzada.

¿Cuánto pesa el desencuentro personal entre Campazzo y JCS, tanto como para no darse otra oportunidad y sentarse a negociar al menos? Lo mismo es ver el vaso medio lleno, pero las declaraciones de esta semana del jugador me suenan a puerta entreabierta, al menos por su parte: «Mi prioridad (en diciembre) era recalar en el Madrid. Negociamos pero no alcanzamos un acuerdo, lo cual no significa nada. Les estoy agradecido por darme la oportunidad de debutar la Euroliga y permitirme ir a la NBA».

Alternativas

Pero no siendo Lorenzo, si tampoco fuese Facu, las opciones realistas se limitan sobremanera y tampoco resultan demasiado ilusionantes, al menos como ‘base titular’, en algunos casos dudo que mejorasen lo presente, que algunos lo tienen tan denostado. En todo caso, aquí lanzo algunos nombres que se me ocurren. Y no dejéis de sugerir los vuestros en los comentarios.

> Luca Vildoza. Parece físicamente recuperado, tiene talento como para llegar a ser élite y está rindiendo a buen nivel en Belgrado, tras una época de hibernación por lesiones. Al igual que Facu, tiene si no me equivoco una cláusula de salida testimonial este verano. Dos contras: es más combo que director y habría que negociar tanteo con Baskonia, echadle un sobrecoste a la operación como de 500k.

> Dante Exum. Su segundo año de contrato con Partizan (el próximo) es opcional y el FCB no le metió en tanteo. Pieza clave de la estupenda temporada del equipo serbio, sexto clasificado de la Euroliga según escribo estas líneas, y tiene margen de mejora. Le veo como posible recambio de Goss en perfil de base físico-defensivo, ahora bien, si se busca un generador de élite, Exum no lo es.

> Maodo Lo. Igual que Vildoza, le veo más combo que base, es decir, con más puntos en las manos que asistencias. No está cuajando su mejor temporada, lastrado por lesiones (11 puntos y 3.2 asistencias per game), pero igual me parece un talento notable. Tiene 30 años y termina contrato, aunque no sé cómo de factible es sacar de su país a un jugador alemán de un equipo Euroliga. En el caso de Maodo Lo, nunca ha jugado fuera de Alemania.

> Keenan Evans. Base titular de Zalgiris y ex Maccabi, estaba siendo una de las sensaciones de la temporada, con promedios de 16 puntos, 4 asistencias y 17.5 de valoración. Pero se lesionó de gravedad el día de Reyes, tendón de Aquiles. Es joven, tiene 26 años y podría recuperar el nivel a su regreso, que calcularía para comienzos de la próxima temporada. Pero, siendo realistas, ficharle en estas condiciones sería un riesgo importante.

> Hay otros bases Euroliga potables que terminan contrato en verano, quizá no titulares para un Madrid pero que igual los menciono para tenerlos en mente: Shabazz Napier (Milán) y Corey Walden (Múnich). El mercado USA siempre ofrece talento, pero un americano sin experiencia FIBA es por definición un melón sin abrir, y tampoco creo que un contender a la Euroliga esté para esas lides. Por cierto, que en la NBA tenemos a Leandro Bolmaro, en el último año de contrato garantizado y con mucha pinta de (tener que) regresar a Europa. No está sujeto a derecho de tanteo por el Barca, pero ya se ha dejado querer.

> Si bajamos a opciones Eurocup encontramos apuestas a medio plazo. Y pienso principalmente en Yago dos Santos, que está brillando en Ulm, compañero de Juan Núñez. 23 años, más explosivo que una traca en fallas, un potencial importante: 12.5 puntos y 6 asistencias de media en Eurocup, 18 de valoración. Y mirad lo que os digo, no perdáis la pista a Andrés Feliz, del Joventut, 25 años, creo que dará el salto a Euroliga más pronto que tarde.

Algunos aficionados me han mencionado nombres que sencillamente no considero viables, y que por eso no incluyo en la lista. Por ejemplo Darius Thompson (Baskonia) y Thomas Walkup (Olympiakos), que tienen contrato garantizado el año que viene y rol importante en sus respectivos equipos. Tampoco me parece factible Chris Jones, que firmó solo un año pero al que Valencia incluirá con toda seguridad en el tanteo y sabemos que 1) el club taronja es un vendedor durísimo y que 2) la política del Madrid de basket es eludir la pugna abierta por un jugador.

Los dos factores que condicionan el mercado del basket europeo

1.- El éxodo del basket ruso

El conflicto en Ucrania parece que va para largo, las sanciones a Rusia seguro, a estas alturas podemos dar por sentado que los clubes rusos no volverán a competir esta temporada en la Euroliga, por mucho que la organización se dejase la puerta entreabierta. Los propios clubes rusos parecen los primeros en asumirlo, por eso están liberando sin rechistar a jugadores bajo contrato. Hackett ya ha fichado por la Virtus y Shengelia apunta a Baskonia. Y esto es solo el comienzo. Al fin y al cabo, ¿para qué iban los clubes rusos a hacerse cargo de esos contratos, carga doble por la devaluación del rublo, si no van a volver a jugar Euroliga este curso (y ya veremos el que viene)?

La desbandada va a ser cojonuda: los jugadores rusos seguramente continúen en su país, la banda del Titanic, pero de los extranjeros no van a quedar ni las raspas. Y, ojo, son tres equipos Euroliga de nivel (los tres en top8), cuya columna vertebral la conforman foráneos, así que hablamos de mucho talento disponible en el mercado con el que no contábamos. De repente hay más jugadores bizcochables y encima a repartir entre menos equipos.

¿Que necesitamos un base? Pues Shabazz Napier, del Zenit, ya recuperado de su lesión y que deslumbrase en pretemporada, no es una mala opción. O Lorenzo Brown, de Unics, tremenda su campaña en Kazán: 17.3 de valoración media. O aún mejor: Kevin Pangos, pasaporte esloveno y sobre quien el Barca no guarda derecho de tanteo. Es hablar por hablar, nombres que os lanzo a boleo, pero ejemplo del impacto potencial que puede tener la fuga de talento de Rusia. Para más inri, aplica la ley de mercado: como sube la oferta (de talento disponible) y baja la demanda (tres equipos menos en la puja), la tendencia de los salarios debería ser a moderarse.

Ahora bien, y antes de que corráis a pajiplantillearos: la posibilidad de fichar de equipos rusos tiene un asterisco importante, y es que el plazo para inscribir jugadores en Euroliga ya ha expirado. ¿Merece la pena contratarles ya y pagarles una ficha completa para competir solo en liga nacional o mejor esperar a verano, hacerles hueco con salidas, arriesgándote a que se escapen? Habría que analizar caso a caso, porque no es lo mismo jugadores europeos (los mencionados Hackett y Shengelia, o Grigonis) que estadounidenses, que están volviendo a su país y me cuesta verlos en mercado para lo que resta de curso.

2.- Contratos pre y post covid

Un factor un poco menos evidente, pero clave en mi opinión, es la carga de contratos precovid en cada plantilla. La crisis económica derivada de la pandemia ha golpeado enormemente a los espectáculos con público, como el basket, resultado de lo cual se ha contenido o retraído la inversión, arrastrando a la baja la media de los salarios de jugadores, incluidas las estrellas.

Hoy se firman salarios más bajos que en 2019, así que la capacidad de mercado de cada club este verano va a estar muy condicionada por la carga de contratos precovid vigentes. Por ejemplo, de entre los grandes salarios del Barca, concentrados en su quinteto, solo Bandon Davies termina contrato este verano (asumo que renovará un poco a la baja), así que la capacidad de moverse en mercado del club va a ser muy limitada, salvo que amplíen presupuesto, que se me antoja difícil en el estado de su cuentas. También es cierto que no necesitan mucho fichaje, tienen la columna vertebral ya construida.

La situación del Madrid es completamente distinta, se ha convertido en el perseguidor y tiene la necesidad de moverse y arriesgar, ya no sirve el continuismo. Y lo tiene a huevo. Este verano terminan contrato seis jugadores (Llull, Rudy, Thompkins, Causeur, Taylor y Heurtel, cuyo segundo año es opcional), varios de ellos saldrán y los que sigan lo harán con total seguridad con un contrato sensiblemente más bajo. Eso significa ahorro, librarte de hipotecas precovid, y mayor margen de maniobra en mercado, incluso manteniendo presupuesto. Porque el mismo dinero ahora cunde más.

¿Que Larkin cobra hoy 3M$ netos y Juancho 7M$? ¡Qué más da! Escucho a menudo el comentario de que si este jugador es muy caro porque ahora cobra mucho. En serio: ¿qué más da? Lo único que refleja un salario es el valor de mercado que tenía el jugador cuando se firmó ese contrato. Si se firmó antes de la pandemia ese valor seguramente haya bajado.

Recordemos que en el valor de mercado entran muchos factores, no solo el propio rendimiento del jugador. Importa su edad, la expectativa de evolución, la carestía o saturación de talento en mercado en su puesto así como el contexto económico. Y este último está claramente a la baja. Resumiendo, que más allá de nombres concretos, si el Madrid mantiene la apuesta económica de este año por la sección de basket tendrá unas cartas inmejorables para rejuvenecer y reforzar la plantilla. Siempre, claro, que sea capaz de desligarse de las hipotecas sentimentales autoimpuestas con los veteranos…