¿Ha llegado el momento de cerrar la cantera?

La mera pregunta del titular nos hubiese ruborizado hace apenas 3-4 años, pero los tiempos han cambiado mucho y rápidamente en el baloncesto de formación, la nueva realidad es un expolio ya estructural de talento joven hacia universidades de EEUU. Al Madrid le afecta un poco más porque tiene una de las principales canteras de Europa, pero afecta a todos sin excepción. Pregunten al Unicaja por Sant Supery o al Barca por Dame Sarr o Jakucionis.

Estamos ante un nuevo paradigma que empezó, ya sabéis, cuando la NCAA cambió sus normas y permitió que las universidades pagasen a los jóvenes jugadores, y no precisamente minucias. Tremendo el dato que aporta Nacho Duque en Marca, de que Egor Denim (excanterano blanco) ha ingresado esta temporada por disputar 33 partidos en la Univ. de Bringham Young aproximadamente lo mismo que Campazzo por jugar 80 en el Madrid.

Lógicamente no todos cobran tanto como Denim, un prospect de primer nivel, pero sí que todos ganan allí mucho más de lo que ganarían en Europa en base a su valor de mercado. Con lo cual todos los jóvenes se van, a probar suerte y a ganar dinero. Tienen mucho que ganar y poco que perder. Porque, además de los salarios, la NCAA ofrece un mayor escaparate de cara al draft de la NBA, el Dorado al que todos aspiran y solo unos pocos llegan. Los ojeadores de las franquicias siguen mucho más de cerca la liga universitaria de su propio país que las competiciones allende el mar.

¿Solución al expolio? Ninguna viable. No hay en Europa ni el consenso, ni la audacia, ni sobre todo el dinero para articular una alternativa competitiva, al margen de que ya se iría tarde. Y la época de los clausulazos pasó a mejor vida, porque los chavales hoy están bien asesorados desde muy jóvenes y no se pillan los dedos. No puedes poner diques al mar.

Vale, karuso, pero y si no tiene solución, ¿qué hacemos? Pues mi postura, por dolorosa que resulte, porque rompe con décadas de tradición, es cerrar las canteras. Porque los clubes no son ONGs: invierten dinero en baloncesto de formación, no para ganar la minicopa, sino con la esperanza de que después unos pocos jugadores, los mejores, puedan acabar en el primer equipo o dejando dinero en caja en concepto de cláusulas. Si eso ya no aplica la cantera pierde su sentido y habrá que adaptarse, manque pese. Insisto, el Madrid no es una ONG, y en todo caso la inversión en RSC la canaliza a través de proyectos de la Fundación.

El modelo del tenis

También soy consciente de que la gerencia del club es conservadora y continuista, y que por tanto el cambio no llegará de un día para otro. Pero la cantera queda con estos cambios como el flanco más débil, el primero al que meter tijera para recortar gastos y cuadrar cuentas cuando vengan peor dadas. De hecho, la propuesta de cierre total puede estar ya sobre la mesa, aunque sea de manera informal, según explica el citado artículo de Marca. Es más, se baraja ir de la mano del Barca, entiendo que para amortiguar el impacto social,

Es algo que personalmente tengo asumido, que antes o después, de una forma u otra, acabará pasando, que la mayoría de las canteras de los clubes de élite europeos echarán el cierre, al menos tal y como la conocemos. Tal vez, para evitar la mala prensa, haya una transición en la que se reduzca drásticamente la inversión y se deje una versión reducida y simbólica de las canteras. Modelo de extinción por abandono progresivo.

En resumen, mejor cambiar cuanto antes el chip para no hacerse mala sangre. Quizá, sencillamente, ya no tengan que ser los clubes profesionales los que se encarguen de la formación hasta los 18, sino por ejemplo academias privadas de tecnificación, tipo alto rendimiento, siguiendo el modelo del tenis, donde los chavales se costeen su propia formación, de forma directa o con un porcentaje de sus ingresos futuros.

¿Y los clubes? Mi propuesta, y esta ya es un triple desde el medio del campo, es que el dinero que se ahorra cerrando canteras se invierta en fichar a su regreso a algunos de los chavales más prometedores que no cuajen a largo plazo en USA, que por definición serán la mayoría. Contratos largos con salarios ascendentes, empezando desde abajo, con cláusulas de corte y contemplando cesiones a otros clubes europeos en los primeros años de contrato, para que terminen de formarse. Lentejas. Con que uno de cada 3-4 de esos salga bueno ya merecerá la pena la inversión. Desde luego, más que la de la cantera en su formato actual y en el ecosistema presente.

El verano blanco en perspectiva económica

Con la salida de Causeur se resolvió la última incógnita y queda cerrada la plantilla del Madrid 2024/25, a falta del anuncio oficial del fichaje de Garuba, que ya firmó su contrato. Habrá tiempo de analizar el perfil de las incorporaciones y su encaje táctico en los sistemas de Chus Mateo, pero hoy vengo a hablar de pasta, un elemento clave en la confección de todo roster. Al final, juzgar los fichajes y salidas sin el contexto económico es un poco mirar los árboles y no ver el bosque.

El factor que más ha condicionado los movimientos del Madrid este verano lógicamente ha sido la subida salarial que han requerido las renovaciones estratégicas de Tavares y Hezonja. La nueva nómina de Edy está como en 2.4M anuales netos y la de Mario, según mis fuentes, ronda los 2M netos, un dineral si tomamos la referencia de las bandas que manejaba hasta ahora la sección, con el 1.8M neto de Campazzo como techo salarial.

En cambio, no son cifras descabelladas si las comparamos con otras operaciones firmadas esta summeriada a estrellas de la Euroliga: Vezenkov 3.7M, Shane Larkin 3.5M, Mike James 3M, Kevin Punter 2.5M, Baldwin 2.5M, etc. El motivo, además de que el Madrid es un pagador fiable y un contender estable, es la estrategia del club desde hace varios años de ofrecer contratos muy largos a los pilares de la plantilla a cambio de ajustar un poco la nómina y así amortiguar su impacto en la masa salarial.

La renovación de Tavares y Hezonja es el principal aumento de gasto para el próximo curso (como 1.5M€ netos, o 3M€ si hablamos de coste empresa), aunque no el único incremento: la ampliación de Chus Mateo y el +1 de Musa conllevan cierta mejora salarial (y abróchense para el próximo verano con el bosnio), además, la finalización del descuento fiscal para Facu supone gastar un poco más para pagarle lo mismo. Como el presupuesto de la sección no aumenta, estos repuntes de gasto han tenido que compensarse por otras vías, de las que destacaría tres.

1.- Los ingresos por ventas, una partida a menudo olvidada pero bastante productiva en lo que va de 2024. Vukcevic dejó medio millón en las arcas en primavera en virtud del acuerdo alcanzado en su día entre Madrid y Partizán, por el que el club blanco se reservaba la mitad de su eventual cláusula de salida a la NBA, ejecutada en marzo rumbo a Washingtoon. Una cantidad similar (550k) deja la salida del canterano ruso Egor Denim, que vuela a la NCAA (Brimgham Young), siguiendo el camino de la mayoría de compañeros de generación. Además, el Barca abonó al Madrid unos 400k a cambio de no acudir al tanteo ACB por Juan Núñez. En algunos casos se trata de cláusulas que se abonan a plazos, a lo largo de varios años, pero igualmente es dinero. Casi millón y medio de euros a la buchaca.

2.- Los fichajes. La sección se ha movido con moderación en el capítulo de incorporaciones, no se puede hablar de austeridad pero sí de contención. Por ejemplo, se desistió del plan A para el base reserva, Lorenzo Brown, por su elevado precio al entrar otros actores en la puja y a pesar del preacuerdo verbal entre las partes. El fichaje de Andrés Feliz implicó transfer (500k) pero su salario a corto plazo es contenido, justo por debajo de los siete dígitos netos al año, una cantidad asumible dada la inflación en el mercado Euroliga de bases.

Por otro lado, se decidió no pujar por la continuidad de Poirier, con un chaché inviable para un reserva, mientras que la ficha de Rudy se suple con un canterano, Hugo González, que cumplirá el último año del contrato que tenía firmado y lógicamente sale mucho más barato que el balear. Por último, Rathan-Mayes llega por poco más que cuatro bocadillos de calamares de El Brillante, el caché propio de un extracomunitario de 30 años sin la menor experiencia en la élite. Un salario bastante por debajo del que libera de Causeur, al que sustituye, máxime con el descuento fiscal del primer curso. Fichaje de autor para cuadrar la masa salarial. Muy poco que perder, al menos económicamente.

3.- Planes de pensión. La sección ha dado carpetazo a su tradicional política salarial manirrota con los jugadores veteranos, a los que durante años ha pagado algo por encima de mercado como en agradecimiento a los servicios prestados. Rudy y Chacho cuelgan las botas motu proprio, mientras que a Llull y a Causeur, que terminaban contrato, se les ofreció renovar con un notable tajo salarial. En el caso del francés, según me comentan, un 65% menos de lo que venía cobrando, es decir, unos 265k euros netos, más o menos el salario que libera Alocén. Por motivos familiares Fabien daba prioridad a seguir en Madrid, pero una cosa es dar prioridad y otra hacer el primo. El Milán casi le duplicaba la ficha y aceptó, 500k netos. Suerte para Fab, le espera una gran ovación cuando vuelva a Goya.

En todo caso, veo plenamente lógica la decisión del club con él, terminaba contrato y no es operativo mantener a dos escoltas de 37 años. Y puestos a elegir no hay color, ya no porque Llull ostente rango de leyenda del club, sino porque rindió mejor la pasada temporada, es cupo nacional y puede echar una mano eventualmente en el puesto de base. Que la melancolía no nuble las decisiones directivas. Si lo pensáis, el RM ha acertado en los últimos años con el momento de salida de los veteranos extranjeros. ¿Qué han hecho Taylor o Thompkins después del Madrid?

La verdadera amenaza es Dubai

Cuantas más vueltas le doy más claro lo tengo: la principal amenaza del Madrid para renovar su columna vertebral de jugadores este verano (Edy, Mario, Musa, etc) no viene en realidad de Europa sino de Oriente Medio. De la posibilidad, todavía por confirmar, de que un club de Dubai pueda disputar la Euroliga la temporada que viene. “El porcentaje de que entre ya la próxima campaña es de un 50%”, ha explicado recientemente el CEO de la Euroliga, P. Motiejunas.

Un equipo que todavía no existe (¡!) y, dado el caso, tendría que construirse de cero en unos meses, incluida la plantilla al completo, suponemos que con gran disponibilidad presupuestaria. Un nuevo actor en mercado, con dinero fresco y sin cargas contractuales previas (que no es un factor desdeñable, como sabemos en Madrid). Precisamente el año en que varios de los mejores agentes libres de la competición serán jugadores del RM.

No me gusta la opción de una franquicia dubaití en la Euroliga. No por una cuestión religiosa o geográfica, al fin y al cabo la competición ya tiene equipos asentados en países de mayoría musulmana (Turquía) o radicados en Oriente Medio (Maccabi). No me gusta por el mensaje que envía, de que literalmente todo está en venta, hasta el propio sistema de competición, que es el corazón mismo de cualquier torneo deportivo. El contrato con el aficionado. Si lo enunciamos en abstracto, como concepto, es que resulta vejatorio: asignar plaza garantizada en la segunda mejor liga de basket del planeta a un club que ni siquiera existe aún, sin jugadores ni masa social, en un país sin la más mínima afición por ese deporte.

Pero además, incluso desde un punto de vista puramente mercantil, ya me parecería un error estratégico: conceder una plaza es demasiada contraprestación por un patrocinio. Mercadeo nivel liga de barrio, de tenemos que alinear al hijo del pollero porque este año su padre paga las camisetas.

‘Calderilla’ en comparación

No está la Euroliga tan rematadamente mal como para una medida tan desesperada y cortoplacista. Ni que la liga china o australiana amenazasen su status de 2ª mejor competición del baloncesto mundial, y con ello su atractivo como destino preferente del talento fuera de la NBA. Lo sé, los clubes son deficitarios, pero lo llevan siendo años y lo van a seguir siendo aunque entren petroldólares, que tampoco serían tantos. Calderilla comparada con la inversión árabe en tenis o golf, de fútbol ni hablamos. Cada uno de los 13 clubes Euroliga con licencia A recibiría anualmente un millón de euros extra en concepto de bonus durante las próximas cinco temporadas.

Para comparar magnitudes, un Madrid o un Barca palman anualmente más de 20M de media en su sección de basket. Un millón extra de ingresos no les cambiaría la vida en absoluto. Sobre todo cuando seguramente esa cifra ni siquiera cubra la inflación de mercado que traería aparejada la nueva franquicia dubaití. ¿O acaso no habíais reparado en eso? Un nuevo actor en mercado significa mayor demanda y un aumento de precios, en este caso de los jugadores, sus salarios. Como si no estuviesen ya suficientemente inflados.

Y cuando andas como el Madrid, haciendo contorsionismo presupuestario para encajar las renovaciones en la masa salarial disponible, cualquier elemento que altere el ecosistema, como lo sería Dubai, puede marcar diferencias. Porque el resto de clubes son rivales de mercado más o menos conocidos, sabes por dónde te pueden venir. Panathinaikos, por ejemplo, que tanto da que hablar, ya hizo la gran inversión el verano pasado, que está dando sus ciertos frutos, y cuesta imaginar que vuelvan a romper el cerdito este verano, o al menos en esos parámetros. Ni lo necesita ni seguramente tenga tanto pulmón financiero.

Las cifras de la operación Hezonja, que seguro intentarán, están condicionadas por el lastre del contrato de Juancho en el mismo puesto. Pero, claro, es que Dubai no carga lastres, parte de cero y podría romper la banca, particularmente por una estrella, la cara visible de la franquicia. Ese tipo de fichaje, sobreprecio mediante, que les sirva de tarjeta de presentación y genere efecto arrastre, ayudando a reclutar a otros jugadores. Solo se me ocurren cuatro agentes libres este verano en la Euroliga con ese nivel / estatus, y dos visten de blanco Edy, Mario, Larkin y Mike James.

Análisis de las cuentas del Madrid de basket 2022-23

2Playbook ha tenido acceso a un adelanto de las cuentas del Real Madrid del curso 2022-23, baloncesto incluido. Si miramos el vaso medio lleno, y podemos, se reduce el déficit de la sección un 10.3% (3.2 millones) respecto al curso previo, gracias principalmente a un fuerte aumento de los ingresos. De hecho, se batió el récord de ingresos de la sección en una sola temporada, con 22M, un 28% más que al año anterior.

Por contra, el gasto creció por encima de lo previsto en el presupuesto debido a algunos desembolsos extra, siendo el principal las primas a plantilla y cuerpo técnico por ganar la Euroliga. No disponemos de la cifra exacta al no haberse publicado todavía el desglose de cuentas en la web oficial pero, si tomamos como referencia la información de cursos recientes en los que se ganó también la Euroliga, podemos calcular a ojo de buen cubero que haya supuesto unos 3 millones de euros. Por cierto, siempre me ha llamado la atención la desproporción de las primas por resultados en un negocio tan deficitario como el basket FIBA, al menos en el Madrid, aunque supongo que es generalizado. No tiene sentido que el premio por ganar la Euroliga sea de 1.8M para el club campeón y ese mismo equipo se gaste 3M en primas por ganarla.

La sección afrontó también, no olvidemos, la indemnización por el despido de Laso, en la que no se escatimó para evitar que se alargase un asunto de por sí muy costoso reputacionalmente. Se le abonó completa la nómina de la temporada que aún le quedaba de contrato, unos 2M brutos. Por último, las lesiones de largo plazo obligaron a incorporaciones adicionales, como Cornelie, y la plantilla acabó con 17 fichas de primer equipo, tres más que esta temporada, con la carga además de salarios desfasados como el de Randolph, en el último año de contrato.

Esa reducción del número de fichas para este curso podemos estimar que represente un ahorro del 10-15% en masa salarial. Pero será una reducción transitoria porque en junio’24 acaban contrato varios pesos pesados (Tavares, Hezonja, Poirier y Musa) y su renovación, si se consigue, pasa por un esfuerzo económico. Incluso aplicando la fórmula de menos salario a cambio de más años garantizados, que se utilizó con Campazzo y Deck, será difícil que la partida de nóminas no repunte en la 2024-25.

Un fenómeno que se repite cada vez que se publican las cuentas del Madrid (y del Barca) es el de aficionados de otros equipos rasgándose las vestiduras. Aficionados de clubes que, claro, no hacen públicas sus cuentas desglosadas e igualmente sostenidos de forma artificial por un tercero porque, desengañémonos, el baloncesto de élite en Europa es deficitario por definición. Se gasta bastante más de lo que se genera y para competir tienes que entrar en esa rueda perversa, alimentar el globo. La diferencia entre lo que se genera y se gasta la ponen magnates, diputaciones, clubes de fútbol, etc. Cada equipo tiene el suyo o suyos, más o menos generoso, personalmente prefiero los de índole privada y que no suponen carga al contribuyente.

Volviendo al Madrid, y por terminar, el cuánto también importa, aunque a veces no lo parezca. Cuanto menos deficitaria sea la sección, cuanto menos dinero palme por temporada, más viable será su continuidad, más asumible la inversión que supone en marca-prestigio dentro de las cuentas de un club deportivo con un presupuesto global de casi 1.000 millones anuales.

Arranque de orgullo: sí, el Madrid también gana a rivales directos

Al Madrid le estaba empezando a pesar como una losa este curso el balance contra rivales directos, y la paliza en Grecia de la semana pasada, por previsible que fuese dadas las bajas de última hora, no era sino gasolina para el pesimismo, para las viudas de Laso & Facu. Por eso hacía tanta falta una victoria de adrenalina como esta, contra el Barca y en Goya, de trascendencia relativa en la clasificación pero valiosa para la moral así del equipo como de la parroquia. Que algunos amenazaban con bajarse ya del barco, en enero y colíderes. Hubo un momento en la primera parte, tras el pésimo arranque (6-18), que Rudy se dirigió a la grada, la lógica diría que para arengar pero me pareció casi más una bronca. Un gesto de frustración acumulada y orgullo herido, que los jugadores tienen también Twitter y leen. Aunque Rodolfo a mí en concreto no, que me tiene bloqueado, ejem.

Se ganó El Clásico por los pelos, y falta que hacía, un triunfo para seguir construyendo y sacudirse complejos. Lo cual no quita para reconocer que se jugó objetivamente mal, por momentos muy mal, siempre por debajo en el marcador. Las estadísticas no engañan: se cedió la batalla del rebote (-3) y se perdieron más balones que asistencias se repartieron (20 a 12), que viene a ser la receta ya habitual de las derrotas esta temporada.

Mascar tornillos

Ver al Madrid atacar contra rivales de entidad es una cita en el dentista, sensación de escaso trabajo táctico, de recursos desaprovechados y dependencia absoluta de Tavares, alimentado a base de melones colgados, porque llamarlo pases se me hace generoso. Una estrategia de patio de colegio, de balones al Tkachenko de clase. Y así te vuelves previsible, porque el rival te está esperando: Saras ha logrado automatizar que una maraña de brazos se cierna sobre Edy cada vez que recibe. Valoración 7 ayer y 8 en la ida, lejos de sus números habituales. Así que hubo que buscar alternativas, y ahí fue donde se puso la cosa divertida, cuando el equipo se desmelenó, rompió la partitura de Chus y jugó con más corazón que cabeza. El calor de la grada jugó un papel importante, no tengo claro que el mismo partido se hubiese ganado a domicilio.

En esas apareció Llull, el tema de debate por excelencia, de tintes casi guerracivilistas. Quizá deberíamos dejar de enterrarle y resucitarle cada semana, más que nada por nuestra propia salud mental. Con Hanga fuera de ritmo, Goss inactivo desde hacía 10 días y Chacho más discreto que en veladas previas, el balear aprovechó la ocasión. Volvió a ser el que más lanzó, igual que en El Pireo la semana pasada, que a mí me parece un anacronismo, lo digo también hoy. Pero esta vez la moneda salió cara y fue clave con 15 puntos en el último cuarto, ahí es nada. Se aprovechó de la marca muchos minutos del peor defensor exterior rival, Lapro, estuvo hábil sacando faltas y no se obcecó tanto con el triple, que todo ayuda. «No me voy a esconder, soy así, va con mi carácter y a quien no le guste que apague la tele», dijo tras el partido. Me alegro de veras de su actuación, como de la de cualquier jugador del equipo, y puedo entender su frustración por algunas críticas exageradas, pero tampoco viene a cuento ajustar cuentas y perdonar vidas con un 29% en tiros de campo en Euroliga.

Duelo en los banquillos

Chus Mateo volvió a ir rebufo en el planteamiento y tampoco atinó en la gestión de partido, calamitoso su bagaje en situaciones ATO (tras tiempo muerto): pérdidas en el saque de fondo, ataques de comernos la posesión y la confusión en la última jugada del tiempo reglamentario, pintada para Deck y que acabó en pasos de Llull… Pero en algo sí acertó, resultó clave y es de ley reconocérselo: en dejar fuera de la convocatoria a Cornelie, una decisión a priori sorprendente, para apostar por Deck muchos minutos al cuatro. El argentino sufre emparejado con Kalinic, al que no supera a poste, pero se comió a Mirotic cuando coincidieron en pista, mucho más rápido y agresivo. Tortuga se convirtió en el sostén del equipo, 23 puntos y 33 de valoración, manteniendo la esperanza, es decir, la distancia en un solo dígito. Un animal competitivo aunque no se de golpes en el pecho.

La variante con Deck de cuatro, a la que Chus parecía negarse hasta ayer, aferrado al recuerdo de la última final ACB, abrió de paso la puerta a más minutos de Hezonja. Y el croata resultó importante, desde un rol discreto en ataque (y eso que mete una canasta clave al poste en el último minuto) pero muy valioso en defensa. Quién ha visto a Mario y quién le ve, aquel talento caprichoso y endiosado es un hoy un profesional maduro, resignado a un papel ofensivo gregario y ganándose los minutos por su entrega y compromiso atrás.

Bravo por él y por su brat, Musa, que reventó la prórroga con 9 puntos y una asistencia, disipando dudas sobre su nivel contra rivales de altura. Que en todo caso manda huevos con 23 años que tiene. Tomó el mandó, agarró el balón e improvisó, se lo creyó y como es tan bueno empezaron a pasar cosas. Acabó con 18 tantos y cuando hizo falta hasta defendió, su principal lunar, demostrando que es más una cuestión de concentración e intensidad que de aptitudes. Insisto en la defensa porque tendemos a hacerla un poco de menos al apenas constar en la estadística pero marca la diferencia entre competir o no.

¿Que el Madrid no disipa dudas, o no todas, por la escasa fluidez durante los tres primeros cuartos y lo apurado de la victoria? Tal vez, pero ¿y qué equipo no tiene dudas? Ni que enfrente estuviesen los Bulls del 72-10. Si se juega fluido y bonito mejor, aún no estamos ahí, pero el equipo tiene corazón y compite, lo demostró ayer, de nuevo, y con eso y el talento disponible alcanza para pelear todos los títulos, que es de lo que se trata.

El partido de la vergüenza

Independientemente del resultado, este RM-CSKA quedará como el partido de la vergüenza, que el Madrid tuvo que jugar pese a once bajas, una forma de adulterar la competición por omisión de los que la dirigen. El principal deseo: que nadie (más) se lesione.

La mera disputa del encuentro me parece un insulto y falta de respeto a la afición blanca y al Madrid como institución. Me dan pena los adolescentes que mandan al matadero para cumplir el trámite: Klavzar, Seiq Garuba y Baba Miller, no es precisamente el debut soñado. También me dan pena los aficionados que se han gastado una pasta en la entrada de uno de los partidos más caros y atractivos del año para acabar fumándose este sainete.

Obligar a un equipo a jugar con las once bajas que tiene el Madrid, repito, once bajas, la misma jornada en que pospones un partido por covid (Zalgiris-Milán) es una indecencia que nadie entiende, independientemente de los protocolos vigentes. Quizá esos protocolos son mejorables, ¿no? Situaciones extraordinarias requieren medidas extraordinarias, pero la Euroliga se ha dado mus en este caso, agarrada a la letra pequeñísima de un protocolo redactado hace meses, cuando ómicron solo era una letra del alfabeto griego.

Si algo deberíamos haber aprendido todos del covid a estas alturas, camino ya de los dos años, es que los protocolos son solo orientativos porque la realidad acaba sobrepasada por las circunstancias. En la calle Iradier no se dan por enterados y la suspensión del Joventut-Madrid de ACB del domingo les deja aún en peor lugar.