El Penúltimo Vals

Qué velada para el recuerdo la de anoche en Goya, parroquia. De esas que valen la mitad del precio del abono de temporada y creo/espero que contribuirá a reconquistar (al menos un poco) a una afición algo desenchufada del equipo en este primer curso post Laso. El Madrid culminó la remontada, quiero decir, La Remontada, con mayúsculas, primer equipo en la historia de la Euroliga que voltea una eliminatoria con un 0-2 adverso. palabras mayores. Y lo hizo además ayer a su manera, la del más difícil todavía, con el equipo en cuadro (ausencias de Poirier, Deck y Yabusele) y remontando nada menos que 18 puntos en la segunda parte, con Chacho en trance y el pabellón entregado.

La clase de noche que agranda el mito de la marca Real Madrid como club de remontadas contra toda lógica en eliminatorias europeas, al estilo de las de Champions la pasada temporada. Machadas que forjan el orgullo de pertenencia e infunden congoja en los rivales venideros.

Si las dos victorias en Belgrado fueron más bien tácticas, controlando el marcador y el tempo, con el recurso defensivo de la zona y el filón de los balones a Edy, la victoria en el quinto fue puramente emocional, a guión roto, donde manda el carácter, la experiencia y el talento de los jugadores. La estrella. Y de eso le queda todavía a este Madrid.

El trío viejuner dio un enorme paso al frente cuando más falta hacía, en el partido más importante de lo que va de curso. Rudy, Chacho y Llull, la Santísima Trinidad del Madrid de basket reciente. Que están en las últimas, sí, que una temporada a 80 partidos se les hace larguísima, también, pero ayer nos regalaron otro capítulo para el recuerdo, el Penúltimo Vals.

Llull más comedido que de costumbre, tuvo que lidiar con la más fea en defensa (Punter) y supo esperar su momento, acertando con un par de triples en la recta final. Rudy, negado con el aro (0 puntos entre el 4º y 5º partido), aportó esa anticipación en ambos lados de la pista que al rival le parece que juegas con seis. Pero el elemento diferencial fue claramente Sergio Rodríguez que, tras una temporada decepcionante y a sus 37 palos, firmó ayer una segunda parte que entra directamente en la historia de la sección. Es una de las mejores actuaciones individuales que este servidor haya visto en directo. Bailó a cada defensor que le sacó Zeljko y durante muchos minutos el balón en sus manos en ataque significaba canasta o asistencia segura. De todos los colores, penetrando, cambiando el ritmo, por elevación, triple tras dribling… Un clinic absoluto.

Uno de los grandes méritos del equipo fue mantener la calma y seguir en partido cuando Partizán se escapó con ventajas de doble dígito gracias a porcentajes exteriores altos (15/29 triples). A ese mantenerse en partido contribuyeron decisivamente Tavares, mientras se lo permitieron las faltas, y Musa, en su mejor partido de la serie, por fin al nivel que le esperábamos (20 puntos). Valiosa también la aportación de Williams Goss con varias canastas cuando Partizán pudo romper partido, y Ndiaye, secando la producción de Zach Leday. Que venía de hacer 12/14 de dos en el cuarto partido y ayer solo pudo anotar desde el triple.

El Madrid de Chus Mateo cumple con uno de los objetivos de la temporada, el billete a la F4, que objetivamente afronta con poca presión, dadas las bajas, pero la moral alta después de esta remontada. La noche de ayer ya no nos la quita nadie, el orgullo por un equipo que sigue compitiendo hasta el final.

Nunca le des por vencido: el Madrid revive en Belgrado

Así es el Real Madrid y supongo que por eso le queremos. Cuando le damos por muerto, y cualquiera mínimamente sensato lo hizo el jueves pasado, incluido el que firma, se levanta, compite y nos devuelve ilusión. En este caso con dos victorias en 48 horas en la pista más hostil de Europa, la primera remontando un déficit de 15 puntos. Un giro copernicano a una serie de las que hacen afición.

No es solo que Partizán fuese 2-0 y gozase de ventaja campo, con lo que significa en su caso, 20.000 hooligans intimidando a los árbitros, es que había dominado táctica y baloncestísticamente los partidos en Madrid. «El baño de Zeljko a Chus». Pasado el efecto sorpresa el baño ya no es tanto. Y echando la vista atrás una semana también creo que en nuestros análisis subestimamos la repercusión de la baja de Tavares, que solo jugó la primera parte del primer partido. Este año, que Micic se ha dado mus, bien puede ser el jugador más determinante de la Euroliga, al menos cuando tiene los chakras alineados y se cuida de faltas.

Sus dos actuaciones en el Stark Arena son un instant classic, nivel Sabonis, de veras. Creo que no somos conscientes todavía de lo que está haciendo porque nos falta la distancia del tiempo para ponerlo en perspectiva. Pero mirad qué números en partidos clave en los últimos 12 meses. 41 de valoración en el último encuentro de la final ACB, 40 en la final de Supercopa y 71 entre los dos partidos en Belgrado en los playoffs de Euroliga. insisto, nivel Sabonis.

Edy lo ha cambiado todo pero tampoco juega solo: ha encontrado en Serbia distintos aliados ocasionales. Williams Goss brilló en el tercero, con 22 puntos y el triple ganador, con Hezonja muy serio como ala-pívot, 12+14. Ambos desaparecieron en el cuarto pero otros echaron una mano, véase Deck, Chacho, Hanga y Musa. Sin hacer un partido redondo, los 14 puntos y 8 rebotes del bosnio son un oásis en el desierto que está siendo su serie. La peor noticia para el Madrid en Belgrado, pero y muy mala, es la lesión de Deck, con verdadera mala pinta a tenor de su reacción. Grave, ya me entendéis, no de perderse el quinto encuentro sino de no volver a jugar en lo que queda de 2023… Crucemos los dedos para un milagro en la resonancia.

Tangana, ¿efecto positivo?

Tal vez sea políticamente incorrecto comentarlo en un día así pero, visto en perspectiva, la tan desafortunada tangana del segundo partido ha acabado beneficiando al Madrid. Colateralmente, claro, porque no fue algo planeado. Pero contribuyó a alterar la dinámica de la serie, que favorecía a Partizán. Además, las ausencias por sanción pesan lógicamente más en el roster con menor banquillo, el serbio. Pero, claro, el juez disciplinario de la Euroliga evalúa las agresiones en función de su gravedad y no del banquillo disponible. ¿O acaso iba a dejar sin castigar a Punter, que se lió a puñetazos? Bastante que perdonó al ‘Oftalmólogo’, James Nunnally, que pasó consulta en Goya.

Por último, y siendo maliciosos, diría que la tangana trajo otro elemento positivo y es la propia ausencia de Yabusele que, pese a sus estadísticas y rango de cuatro titular, ha restado más que sumado en demasiados partidos este año. En la vida hubiese cogido los 14 rebotes de Hezonja el martes… En todo caso, viendo el baño de Tavares a Lessort en el cuarto, realmente más que las bajas por sanción la verdadera clave del cambio de dinámica es el regreso del caboverdiano. Cualquier otra consideración es secundaria.

Recordemos que ningún equipo en la historia de la Euroliga en el actual formato ha remontado nunca un 2-0 o un 0-2 en contra. El Madrid podría ser el primero, motivo más que de sobra para llenar Goya el próximo miércoles. 21:00h.

Zeljko expone las vergüenzas del Madrid de JCS

Primero de todo, un disclaimer. Si esperáis una crónica del Royal Rumble, os habéis equivocado de tribuna. Será de lo que se hable hoy en los telediarios y medios generalistas, los mismos que no dedicaron ni un breve al primer partido… Tuve la suerte de ahorrarme esa tangana final, que para entonces iba por la segunda birra con Gus, Fer y Pablo en una terraza de Felipe II. Uno acude a ver baloncesto y no peleas de gallos. Lo peor es que tampoco nos cogió por sorpresa.

Nos salimos antes del final, no solo porque el partido estuviese ya perdido, sino porque el ambiente en el pabellón, tanto en la grada como en el parqué, se estaba viciando por momentos. Se hacía cada vez más incómoda la compañía de los aficionados serbios, que había unos pocos desperdigados por las tribunas. Su agresividad espídica y exceso de testosterona desentonan sobremanera en el Wizink, enfundados en camisetas ceñidas y con el listón de la violencia peligrosamente bajo. Llamadme tibio, o frívolo, pero yo es que entiendo el deporte de otra manera, como un entretenimiento y hobby. Lo digo por todo esos insiders españoles que babean con el ambiente en los pabellones serbios. Quería verlos yo llevando a su novia o a sus hijos al Stark Arena con una camiseta del equipo rival. 

Dicho lo cual, venga, hablemos de basket, de la descomposición del proyecto blanco en el año I post Laso. Toditas las costuras han saltado esta semana en los dos partidos de playoffs en Goya. Un equipo apañado, Partizán, con un quinteto de nivel, sin lesionados, bien entrenado y mejor arbitrado, todo sea dicho, ha expuesto con crudeza las vergüenzas del juancarlismo.

Si, digo juancarlismo y no chusmateismo, porque sería quedarnos en los árboles y no ver el bosque. Es un día lo suficientemente trascendente como para buscar responsables un poco más arriba, en el palco. Pidamos explicaciones al verdadero arquitecto de este desatino, aquel que descabezó el proyecto deportivo por un envite personal, que se contentó con un entrenador de circunstancias y armó una plantilla vieja, cara y descompensada, que ni se acerca a valer lo que cuesta. Hablamos del director de la sección, JCS, avalado en todas las decisiones de calado por el presidente Florentino Pérez, empezando por el despido de Laso.

Lo sé, Chus Mateo no ha resultado ser Phil Jackson. Siete meses después, ya en el desenlace de la campaña, el juego del equipo sigue poco trabajado, como inmerso en una pretemporada perenne, con los andamios aún a la vista. Sostenido en ataque por destellos de talento individual y por Tavares en defensa. Con eso alcanza para competir… hasta ciertas cotas y mientras la salud respetó a Edy.

Desde este rincón hemos procurado ser pacientes con el coach y darle una oportunidad genuina, con el respeto que merece (y que tantos le han negado) tras sus años de valioso servicio al club, recordemos, mano derecha de Laso en las dos Euroligas, que se dice pronto. Pero su crédito acaba aquí, Chus está fuerísima. Ahora bien, si se quiere abordar de veras el problema y no solo buscar una cabeza de turco en el calentón, con Chus deberían salir en verano media docena de jugadores, incluidos varios veteranos ilustres¡, y sobre todo el jefe de la sección, responsable último de todos ellos. Porque este es al fin y al cabo un Madrid de autor, la obra más personal de Juan Carlos Sánchez, el primer año en una década en que ha tenido las manos libres (y bastante presu), sin el contrapoder de Laso en la sección, con quien discutía por cada fichaje

En la serie se han dado un cúmulo de circunstancias que han acelerado la sensación de descomposición. La más importante, el infortunio de la lesión de Tavares, que tantas miserias tapa a poco que esté fino de forma (que tampoco es que lo estuviese últimamente). Además, Partizán acertó con algunos tiros clave, abortando parciales y rompiendo momentos de partido, y en especial ese game winner de Punter el martes. Y por último, y sin ánimo de echar la culpa al empedrado, no puedo dejar de mencionar el arbitraje, un factor sensible en dos tramos concretos, el 2º cuarto del game 1 (cuando el Madrid se escapaba) y el 3º cuarto del game 2 (cuando el Madrid remontaba). En una competición de criterio tradicionalmente tan casero, sobre todo según avanza la temporada, llaman la atención arbitrajes tan ‘valientes’. Da como para pensar regulinchi, justo este año que un serbio ha asumido a la presidencia de la Euroliga…

Le quedan al Madrid casi dos meses de temporada, que se puede hacer eterna, condenado irremediablemente al tercer puesto de la ACB, que significa un cuadro endiablado en playoffs. Así que tranquilos, hay tiempo más que de sobra para bajar al detalle de cada jugador, poner notas, hacer quinielas de limpia y pajearnos con rumores de fichajes. pero hoy no me parece día para eso, no le concederemos esa indulgencia al responsable.