Luka, edición triple doble

doncicLe he regalado a mi hermano por Reyes la camiseta de Doncic, con la convicción de que dentro de 20 años será una pieza de colección, rollo vintage. Conscientes o no, inmersos en la vorágine de la temporada, estamos contemplando la historia pasar ante nuestros ojos, nadie había dominado así el baloncesto europeo a la edad de 17, repito, 17. Petrovic no fichó por la Cibona hasta los 20 años y Kukoc, por el que siento una especial predilección, tenía ya 21 cuando fue MVP de la Final Four, que ganó con la Yugoplástica 3 años seguidos (¿el mejor equipo que ha conocido Europa?). Puede que al final de su carrera Luka no llegue al nivel de estas leyendas, pero a los 17 años es más jugador de lo que eran ellos.

Milita en uno de los tres mejores equipos de Europa, con una plantilla larga y de apellidos contrastados, y en apenas un trimestre del primer año en que cuenta con minutos se ha hecho con el timón. Hace de todo, ante Maccabi cogió 11 de los 33 rebotes del equipo, repartió 8 de las 22 asistencias, se rebozó por el parqué para robar balones, seleccionó sus tiros con sangre fría… Pero si algo destaca de su repertorio es la clarividencia en estático, no hay cualidad más valiosa en el baloncesto, sencillamente porque es muy escasa. Ese momento Matrix en que Neo empieza a ver el código detrás de la realidad. Donde la mayoría de exteriores ve una maraña de manos y cuerpos, Luka dibuja pasillos, fintas y asistencias, y lo hace con un exquisito cuidado de balón, impropio de su juventud: 22 asistencias por solo 3 pérdidas en los últimos tres duelos Euroliga.

Laso, con buen tino, le ha ido concediendo responsabilidad de forma progresiva, pero sistemáticamente Luka ha quemado de forma precoz las etapas y en cada una ha echado la puerta abajo. Hace apenas mes y medio hablábamos de que le costaba brillar en Euroliga al nivel de ACB y viene de ser MVP de dos de las últimas tres jornadas de la competición. Frente a Maccabi, partido más apretado de lo que marcaba el guión, hasta 10 abajo en el tercer cuarto, impartió una lección de paciencia y altruismo. Valoración 32 con solo 5 tiros de campo lanzados, baloncesto total. Puede que no sea hoy ni mañana, pero si continúa esta evolución debe convertirse en jugador franquicia en algún punto del curso y medio que como poco le queda de blanco. ¿Cómo se lo tomarán los capos?

Rudy, soberbio ante los israelíes, parece hace tiempo haber asumido con normalidad su cambio de rol. Me genera algunas dudas Llull, que enseñó su peor versión salvapatrias (5/16tc), encantado con su papel de superhéroe Marvel. A día de hoy sigue siendo por méritos propios el go-to-guy, además puede convivir con Doncic, faltaría más, pero el balón en ataque estático debería estar progresivamente cada vez más tiempo en manos del muchacho. Laso no es el mejor gestor de partidos, como volvió a demostrar ante Maccabi (se olvidó de los tiempos muertos durante la sangría del 3º cuarto), pero sí es un gestor ejemplar de vestuario. Confío mucho en su mano izquierda para manejar la eclosión de Doncic. A partir de aquí ya es solo poner el vídeo a grabar, sentarse y disfrutar, lo contaremos pasados los años.