
Los despidos en diferido de Thompkins y Heurtel por sus farras en partidos fuera de casa en Euroliga van camino de quedar en un chusco vodevil sin consecuencias, al margen de un multazo, el mismo que a Yabusele. Apenas una semana después vuelven a entrenar con el resto del equipo, en puertas de la serie de cuartos de Euroliga. El club ha publicado un vídeo de la sesión de este lunes con una elección de imágenes nada casual, en la que se ve a ambos en situaciones de juego. Ya ayer se dejó caer el indulto. Ambos acudieron a Goya y siguieron el partido contra el Breogán desde la banda, en la zona de los no convocados (faltaron contra el Bayern). Y a la finalización, Laso en la rueda de prensa cambió diametralmente su discurso.
En solo ocho días ha pasado de decir que «Heurtel y Trey no entrenan con el equipo, la decisión de apartarles es DEFINITIVA«, a reducirlo a un «nunca han estado fuera sino haciendo trabajo especifico, veremos cuándo vuelven a jugar». El club, según informa Encestando, ha cambiado el despido de facto por una multa: pelillos a la mar como estrategia corporativa. El indulto por tanto es ya oficioso, y será oficial cuando ambos regresen a las convocatorias y a los partidos, que no me sorprendería que fuese a la mayor brevedad, quizá esta misma semana contra Maccabi.
Balance de daños
Por el camino sale dañada la imagen de los jugadores, con una cuestionable ética profesional, y del funcionamiento de la sección, con una política de comunicación errática. Se ha transmitido una sensación de tremenda descoordinación entre los distintos actores: entrenador, dirección y presidencia. Queda mal Laso, que se arrogó públicamente la autoría de la decisión y en su labor de portavoz explicó que se apartaba a los jugadores de forma “definitiva”. Y queda aún peor quien de veras tomó la decisión (¿un calentón en plena racha de derrotas?), al que le han enmendado la plana públicamente y cuestionado su autoridad.
A pesar del indulto, no creo que Thompkins ni Heurtel renueven este verano, pero hasta entonces nadie sobra. Por la cuenta que les trae, para limpiar su imagen de cara a salir a mercado, asumo que ambos se dejarán los huevos y aparcarán las farras. Y también os confieso, y esto es personal, que me alegro de que Trey tenga la oportunidad de purgar en pista sus pecados y despedirse con un mínimo de dignidad, un jugador de cierta ascendencia en la sección, que ha dado buenos años, a pesar de los pesares.
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