El verano blanco en perspectiva económica

Con la salida de Causeur se resolvió la última incógnita y queda cerrada la plantilla del Madrid 2024/25, a falta del anuncio oficial del fichaje de Garuba, que ya firmó su contrato. Habrá tiempo de analizar el perfil de las incorporaciones y su encaje táctico en los sistemas de Chus Mateo, pero hoy vengo a hablar de pasta, un elemento clave en la confección de todo roster. Al final, juzgar los fichajes y salidas sin el contexto económico es un poco mirar los árboles y no ver el bosque.

El factor que más ha condicionado los movimientos del Madrid este verano lógicamente ha sido la subida salarial que han requerido las renovaciones estratégicas de Tavares y Hezonja. La nueva nómina de Edy está como en 2.4M anuales netos y la de Mario, según mis fuentes, ronda los 2M netos, un dineral si tomamos la referencia de las bandas que manejaba hasta ahora la sección, con el 1.8M neto de Campazzo como techo salarial.

En cambio, no son cifras descabelladas si las comparamos con otras operaciones firmadas esta summeriada a estrellas de la Euroliga: Vezenkov 3.7M, Shane Larkin 3.5M, Mike James 3M, Kevin Punter 2.5M, Baldwin 2.5M, etc. El motivo, además de que el Madrid es un pagador fiable y un contender estable, es la estrategia del club desde hace varios años de ofrecer contratos muy largos a los pilares de la plantilla a cambio de ajustar un poco la nómina y así amortiguar su impacto en la masa salarial.

La renovación de Tavares y Hezonja es el principal aumento de gasto para el próximo curso (como 1.5M€ netos, o 3M€ si hablamos de coste empresa), aunque no el único incremento: la ampliación de Chus Mateo y el +1 de Musa conllevan cierta mejora salarial (y abróchense para el próximo verano con el bosnio), además, la finalización del descuento fiscal para Facu supone gastar un poco más para pagarle lo mismo. Como el presupuesto de la sección no aumenta, estos repuntes de gasto han tenido que compensarse por otras vías, de las que destacaría tres.

1.- Los ingresos por ventas, una partida a menudo olvidada pero bastante productiva en lo que va de 2024. Vukcevic dejó medio millón en las arcas en primavera en virtud del acuerdo alcanzado en su día entre Madrid y Partizán, por el que el club blanco se reservaba la mitad de su eventual cláusula de salida a la NBA, ejecutada en marzo rumbo a Washingtoon. Una cantidad similar (550k) deja la salida del canterano ruso Egor Denim, que vuela a la NCAA (Brimgham Young), siguiendo el camino de la mayoría de compañeros de generación. Además, el Barca abonó al Madrid unos 400k a cambio de no acudir al tanteo ACB por Juan Núñez. En algunos casos se trata de cláusulas que se abonan a plazos, a lo largo de varios años, pero igualmente es dinero. Casi millón y medio de euros a la buchaca.

2.- Los fichajes. La sección se ha movido con moderación en el capítulo de incorporaciones, no se puede hablar de austeridad pero sí de contención. Por ejemplo, se desistió del plan A para el base reserva, Lorenzo Brown, por su elevado precio al entrar otros actores en la puja y a pesar del preacuerdo verbal entre las partes. El fichaje de Andrés Feliz implicó transfer (500k) pero su salario a corto plazo es contenido, justo por debajo de los siete dígitos netos al año, una cantidad asumible dada la inflación en el mercado Euroliga de bases.

Por otro lado, se decidió no pujar por la continuidad de Poirier, con un chaché inviable para un reserva, mientras que la ficha de Rudy se suple con un canterano, Hugo González, que cumplirá el último año del contrato que tenía firmado y lógicamente sale mucho más barato que el balear. Por último, Rathan-Mayes llega por poco más que cuatro bocadillos de calamares de El Brillante, el caché propio de un extracomunitario de 30 años sin la menor experiencia en la élite. Un salario bastante por debajo del que libera de Causeur, al que sustituye, máxime con el descuento fiscal del primer curso. Fichaje de autor para cuadrar la masa salarial. Muy poco que perder, al menos económicamente.

3.- Planes de pensión. La sección ha dado carpetazo a su tradicional política salarial manirrota con los jugadores veteranos, a los que durante años ha pagado algo por encima de mercado como en agradecimiento a los servicios prestados. Rudy y Chacho cuelgan las botas motu proprio, mientras que a Llull y a Causeur, que terminaban contrato, se les ofreció renovar con un notable tajo salarial. En el caso del francés, según me comentan, un 65% menos de lo que venía cobrando, es decir, unos 265k euros netos, más o menos el salario que libera Alocén. Por motivos familiares Fabien daba prioridad a seguir en Madrid, pero una cosa es dar prioridad y otra hacer el primo. El Milán casi le duplicaba la ficha y aceptó, 500k netos. Suerte para Fab, le espera una gran ovación cuando vuelva a Goya.

En todo caso, veo plenamente lógica la decisión del club con él, terminaba contrato y no es operativo mantener a dos escoltas de 37 años. Y puestos a elegir no hay color, ya no porque Llull ostente rango de leyenda del club, sino porque rindió mejor la pasada temporada, es cupo nacional y puede echar una mano eventualmente en el puesto de base. Que la melancolía no nuble las decisiones directivas. Si lo pensáis, el RM ha acertado en los últimos años con el momento de salida de los veteranos extranjeros. ¿Qué han hecho Taylor o Thompkins después del Madrid?