La Supercopa baja el suflé

Decepcionante la Supercopa del Madrid, que baja un poco el suflé en los albores del nuevo proyecto. Y eso que este curso sí se ha hecho una pretemporada de verdad, larga y con muchos efectivos. Pero la competición real no espera y el equipo blanco está todavía en pañales, a varios niveles. Una derrota que aterriza a una opinión pública embriagada de novedad e instalada en cierto optimismo mágico. Quizá sea mejor así.

El Madrid ya fue peor que el Tenerife en la semifinal, pese a ganar, y contra Valencia fue tanto el cántaro a la fuente que se acabó rompiendo. Y eso que los taronja llegaban con bajas sensibles y abrieron la puerta con los fallos desde el tiro libre (12).

Los blancos acusaron, entre otros factores, la escasa aportación de los fichajes, que no dejan de ser la llave para un salto de calidad. Pesó tanto el desacierto de unos (digamos Kramer-Procida), como la lesión de Maledon (llamado a ser clave en la generación desde bote) y las rotaciones obligadas por el overbooking de extracomunitarios (=tener que descartar a Okeke en la final).

De todos modos, tampoco me acuesto particularmente preocupado, el margen de mejora es enorme, una plantilla con mimbres para competirlo todo, incluido en Europa. Lo pensaba anteayer, lo pienso hoy y lo pensaré el mes que viene. No caigamos en el calentón de repartir a la ligera carnets de nivel Real Madrid sí o no. La paciencia como ingrediente.

Síntomas familiares

Ahora bien, Scariolo y su nutrido cuerpo técnico tienen una montaña de trabajo por delante en las próximas semanas para involucrar a todos, definir roles/status y engrasar sistemas. La derrota contra Breogán en pretemporada dejó algunas pistas y la Supercopa las viene a confirmar: no estamos aún, y va a llevar un tiempo. Buen momento para redimensionar expectativas de corto plazo, quien esperase un salto inmediato al hiperespacio con el nuevo proyecto, que los había, mejor que espere sentado.

En realidad, los síntomas del Madrid por ahora nos resultan sospechosamente familiares: más pérdidas que asistencias, Tavares obcecado con el arbitraje, excesivo protagonismo de Llull a su edad y Hezonja abusando de triples fuera de sistema (3 de 12 en la final). Llama la atención Bruno, que acabó bien la temporada pasada y regresó aún mejor del Afrobasket, campeón y Quinteto Ideal. Apuntaba a stepup este curso, pero entre la recta final de pretemporada y la Supercopa parece haber retrocedido a sus primeras semanas de blanco, nervioso y errático, superado por Garuba en la rotación como primer reserva de Tavares. Sospecho que no es el favorito del técnico y además, como definidor, es quien más acusa la baja de Maledon como habilitador de la segunda unidad.

El apunte positivo que se lleva el Madrid de Málaga es el nivel de Gaby Deck a su regreso tras nueve meses KO. Había dudas razonables, empezando por el que escribe, pero fue el más valorado el fin de semana (34) y más importante que los números fue verle sin miedo cargando el rebote y atacando el aro. Su juego, vaya, que no vimos el curso pasado. El argentino es por ahora el mejor ‘fichaje’ de este Madrid, y quizá del que menos esperábamos. Nos está bien empleado.

Como resumen, la Supercopa sirve como cura de humildad para los que hicieron de menos cada éxito de Chus Mateo, alegando que el triplete nacional era el mínimo exigible. No, oiga, cada título tiene su mérito, incluida la pasada ACB, de la que solo han transcurrido tres meses y en la que el Madrid barrió en la final al mismo Valencia con el que no pudo ayer.

Construyendo el Madrid 2025-26: informe de situación

Terminada la participación blanca en la Euroliga queda por delante casi un mes con un solo partido a la semana y poco en juego, asegurado ya el 1º puesto de la fase regular ACB. Así que es buen momento, ahora sí, para hablar de fichajes, que se anuncian en julio pero se cierran en su mayoría en estas semanas.

El Madrid tiene perfilados hace tiempo los cambios en el juego exterior para este verano. El fichaje de David Kramer está cerradísimo: tiene otro año de contrato en Tenerife pero una cláusula de salida simbólica de €50k (acorde a su salario), que el Madrid abonará al club insular. Un 3&D de rotación y salario contenido, difícil que empeore a XRM, al que sustituye, cuya aportación ha sido testimonial.

Me parece necesario aterrizar las expectativas con su fichaje, que ya leo comparaciones con Carroll y le pueden hacer más mal que bien. Entiendo que los portales clickbaiteros estén deseando publicar por fin que “El Madrid ya tiene a su nuevo Carroll”, pero no es cierto, y mejor aclararlo ahora y no fomentar desengaños. Kramer es escolta, blanco y tira bien de tres, hasta ahí el parecido. Tiene muchísimos menos puntos en las manos que Jaycee, si bien es más fiable atrás. Un jugador de una dimensión inferior, y no lo digo peyorativamente, pero es que cualquier tirador al que comparásemos con semejante leyenda saldría mal parado. Sin más.

El fichaje pivotal en el backcourt es el de Theo Maledon, llamado a ser uno de los grandes movimientos del verano en Europa, tras una formidable temporada a su regreso de EEUU. Promedios Euroliga de 17 puntos, 5 asistencias y 21 de valoración. Poca broma. Su fichaje está todo lo cerrado que puede estar a estas alturas, es decir, acuerdo total pero sin firmar negro sobre blanco, porque todavía no se puede. Siempre podría aparecer la NBA y arruinar la fiesta a última hora, una incertidumbre a la que deberíamos estar ya acostumbrados.

Maledon llegaría en sustitución de Musa, al que teóricamente no se parece demasiado. El francés es uno combo y el bosnio un dos y medio, pero ambos tienen la misma tarea principal en el campo: anotar y acompañar a Campazzo en la generación desde bote. Crear desequilibrios en ataque estático, asistir, sacar faltas, etc. El tipo de jugador al que darle el balón cuando el sistema no sale y las luces se apagan. En ese sentido, me interesan particularmente las casi 5 asistencias y 7 tiros libres lanzados de media este curso por Maledon. Eso sí, ojo a la cifra de pérdidas (2.6). Solo por aclarar, que he visto algún despistado en Twitter: puede echar una mano en el puesto de base, pero llega principalmente para compartir pista con Campazzo o Feliz.

Buscando un cuatro

Y así llegamos a la gran incógnita a día de hoy de los movimientos de plantilla del Madrid para el verano, el alapívot. Cuento con la salida de Ndiaye como escenario más probable: termina contrato y su deseo, muy respetable, parece ser probarse en otro lugar. No me estorbaría como fondo de armario, cupo nacional de perfil defensivo, pero el jugador según me dicen ha cambiado de representante y busca otro tipo de retos. Su marcha dejaría la plantilla con 3 jugadores que pueden habitar el cuatro aunque que no es su posición nativa: Hezonja, Deck y Garuba. Por eso el club busca un alapívot con puntos que abra el campo, pero el mercado europeo está canino de talento.

Antes de entrar en nombres quiero detenerme en un aspecto clave, y es el rendimiento de Gaby Deck. Cuarto salario más alto de la plantilla (pasará a ser el quinto con la llegada de Maledon), contrato hasta 2028 y venido a menos con tanta lesión. Es un soldado universal muy querible, pero reconozcamos que no va tan sobrado técnicamente como para mantenerse en la aristocracia Euroliga estando lejos de su plenitud física. La ambición con la que el Madrid salga al mercado en el puesto de cuatro creo que debería estar ligada al rendimiento esperado de Tortuga. Tiene ‘solo’ 30 años pero particularmente no tengo claro que volvamos a ver su mejor versión, espero equivocarme.

Si bajamos al barro de los nombres para el puesto de alapívot, el más llamativo que ha sonado es el de Nikola Mirotic. Por nivel y perfil táctico me parecía de largo la mejor opción deportiva, la única que supone un salto de calidad y ayudaría a cerrar la actual brecha con los equipos griegos. Personalmente no tendría ningún problema con su vuelta a Goya, una gran historia de regreso del hijo pródigo. Pero percibo un enorme rechazo entre muchos aficionados y, en todo caso, parece ya encaminado a Mónaco. Así que no cuento con esa vía salvo sorpresa.

Jaylen Hoard (Maccabi) termina contrato y a priori da el nivel, pero su encaje táctico es reguleras (carece de tiro exterior) y estaría cerca de renovar por Maccabi. Yabusele se ha descartado el mismo públicamente, su prioridad es seguir en la NBA y los Sixers parecen interesados en retenerle.

Chimezie Metu tenía un encaje estupendo y está libre, pero una rotura del Aquiles no es una lesión que tomarse a la ligera. Ya no es solo el cuándo regresaría, no antes de 2026, sino el cómo regresaría. El supuesto preacuerdo con el Madrid no era más que una cortina de humo de la directiva azulgrana para justificar dejar tirado a otro jugador lesionado de larga duración. Como en su día a Cory Higgins o Shane Lawal.

D. Osetkowski (Unicaja) da el perfil y termina contrato, está sano pero pendiente de sanción de la FIBA por consumo de “sustancias prohibidas”. Parece que dicha sanción es ya inminente (lleva un año esperando resolución) y, aunque no será tan larga como la de Pierria Henry, sí que se perdería unos meses, o hasta un año. Dudo que el Madrid se meta ahí hasta que no se aclare el panorama de la sanción (duración y fecha de entrada en vigor).

También está la opción Sam Decker, perfil especialista, que termina contrato en la Penya. Pero si el Madrid no apostó por él en enero no veo por qué lo haría ahora, que además ha bajado bastante su rendimiento. También termina contrato Moneke, y no quiero ni planteármelo, salvo para la supermanager. A Derrick Alston jr. y Amine Noua los veo para brillar en BCL pero me cuesta en un top Euroliga.

Casi por decantación acabamos en la opción Tristan Vukcevic, que termina contrato en la NBA y tiene buena prensa, aunque tampoco me remata. Siento que vive un poco de aquel partido en el Palau hace 3 años y de una docena de encuentros petando boxscore en los Wizrds tanqueando. Su aspecto es ahora más maduro con la barba que se ha dejado, pero me sigue pareciendo un poco blando, recordemos que ni Laso ni Zeljko lograron domarle. Asumir que de repente es un jugador para minutos de calidad en un Madrid es una apuesta ambiciosa. Y vaya por delante que potencial tiene, a espuertas, y que encaja como un guante en las necesidades tácticas, pero a corto plazo es una apuesta de cierto riesgo. Barata y cupo nacional, pero te puede salir perfectamente rana, un Cornelie 2.0.

Por último estaría el tema del entrenador, Chus Mateo, pero en su caso no tengo ni idea de si seguirá o no, creo que ni en el propio club han tomado una decisión aún. Que la tomarán a final de junio supeditada a los playoffs ACB. Si levanta el título se queda, si el año acaba en blanco que pase el siguiente, que entiendo que saldría de entre Scariolo, Xavi Pascual o Luca Bianchi.